No imagináis el cariño que llegué a tenerle a este Blog que tantas satisfacciones me dió... más de 4 años... primero, contando los detalles de "mi historia bariátrica"... para que de algo les sirviera a algunos... y luego, buscando, procesando y posteando toda aquella información que en su momento necesité... para ponerla "fácil" al alcance de todos... pero todo tiene su final... y el de este Blog ha llegado... que conste, no por falta de disposición... porque si por mi fuera, estaría publicando muchos años más...
Pero a veces los hechos decepcionan, y no por culpa de los lectores... sino más bien por causas ajenas que ni de vosotros ni de mi dependen...
La razón es extraña y quizá un poco inexplicable, pero si muy sencilla de contar y comprender... como "postié" hace algunas semanas en un SOS alertando mi agonía, inexlicablemente el número de visitas se redujo de más de 300 por día a menos de 30... a mucho menos de 30... sin razón aparente... algo pasa en el Blogger, pensé yo e intenté comunicarme varias veces con ellos... la callada por respuesta... blogueros de pacotilla habemos millones...
Muchas gracias a todos aquellos que semana a semana me han seguido... Ani... y muchísimos más.
Muchas gracias a aquellos que tuvieron la amabilidad de comentar mis post`s.
Muchas gracias a todos aquellos que de manera personal se pusieron en contacto conmigo y tuvieron el valor de confiar en mí... y encima, decírmelo.
Muchas gracias a todos los que hicieron posible estos más de 4 largos años de existencia.
Queda el mensaje de mi intención plasmado en estos cientos de post sabatinos, 310 contando este que les ocupa, queda aquí el buen recuerdo de más de 140,000 visitas... y queda también aqui, mi agradecimiento.
Un fuerte abrazo a todos.
Aquí descansa este Blog en paz...
sábado, 4 de agosto de 2012
sábado, 28 de julio de 2012
Como perder peso, como mantener el peso ideal
Todos nosotros sabemos lo difícil que es para muchas personas saludables perder peso y mantenerse en el peso ideal, el exceso de peso asociado típicamente a la acumulación de tejido graso nos lleva a realizar dietas extremas para luego recuperar los kilos perdidos y algunos adicionales.
Esta realidad se convierte en un ciclo de nunca acabar, tenemos sobrepeso, hacemos una dieta, bajamos algo de peso, abandonamos la dieta, recuperamos el mismo o mas peso que perdimos; nuevamente lo mismo hasta que nos cansamos y el sobrepeso se transforma en un problema de salud para nosotros.
Debemos acotar el hecho de que algunas personas tienen problemas de sobrepeso como consecuencia de alguna patología o enfermedad, en esos casos la solución debe ser dirigida por el médico o especialista, asignando tratamiento y todo lo que sea necesario para recuperar la salud.
En líneas generales, para las personas saludables con acumulación de grasa y exceso de peso, el estilizar la figura y reafirmar la musculatura no tiene que suponer una serie de sacrificios y esfuerzos de nunca acabar, por el contrario basta con modificar ciertos hábitos de vida para comenzar a notar mejoras en este sentido.
La acumulación de grasa en nuestro cuerpo depende directamente de factores genéticos y del metabolismo, sobre lo primero no podemos hacer nada pero sobre el metabolismo podemos influir de manera tal que logremos por lo menos mantener a raya esa ganancia de peso por acumulación de tejido graso.
Consideremos que:
Si aumentamos la actividad física perdemos peso.
Si comemos menos perdemos peso.
Si disminuimos la actividad física ganamos peso.
Si comemos mucho ganamos peso.
Estas cuatro condiciones no son rígidas y por si solas no garantizan la ganacia o pérdida de peso, debemos buscar un equilibrio entre ellas para lograr nuestro objetivo en ese sentido.
Nuestro organismo se adapta a las condiciones a las que lo sometemos, si le proveemos de pocos alimentos nuestro metabolismo se ralentizará para ahorrar energía, por este motivo las dietas restrictivas fracasan la mayoría de las veces. Por tanto, si se come muy poco y pocas veces al día de forma mantenida se baja el metabolismo y se adelgaza poco.
Por otra parte, si ingerimos los alimentos adecuados en pequeñas raciones tres o mas veces al dia, estamos proporcionando a nuestro cuerpo los elementos suficientes para funcionar, esto acelera el metabolismo sin inducir al ahorro energético permitiendo nutrirnos correctamente mientras se pierde peso por disminución del tejido graso.
Si nuestra alimentación es adecuada pero queremos promover la pérdida de tejido graso mas que de peso para estilizar la figura, debemos considerar nuestra actividad física. Para mejorar la forma y tamaño de los músculos es necesario realizar ejercicio físico, es decir debemos practicar algún deporte o entrenamiento en el que nuestros músculos trabajen.
Si agregamos a nuestras actividades, rutinas de entrenamiento con pesas, algún deporte o práctica como el yoga, pilates, baile o alguna otra, podemos aumentar aun mas nuestro metabolismo mientras obtenemos beneficios adicionales de esas actividades.
Aquí no cuenta la actividad física habitual, ni los movimientos propios al manejar el mando a distancia de la tele, ni las flexiones de codo cuando llevamos la gaseosa o la cerveza a nuestros labios, hablo de realmente incorporar sesiones completas y habituales de entrenamiento; no nos proporcionará beneficio inscribirnos en el gimnasio y acudir unas pocas veces al mes, es preciso ser consecuente, pues los beneficios de la actividad física no se consiguen de la noche a la mañana, por el contrario son lentos y progresivos.
En resumen, es preciso conseguir un punto de equilibrio entre nuestra alimentación y la activiad física que realicemos, a mayor actividad mayores serán los requerimientos de nutrientes; a menor actividad, menos nutrientes necesitaremos.
Tomado de: http://www.puntofape.com/como-perder-peso-como-mantener-el-peso-ideal-203/
Esta realidad se convierte en un ciclo de nunca acabar, tenemos sobrepeso, hacemos una dieta, bajamos algo de peso, abandonamos la dieta, recuperamos el mismo o mas peso que perdimos; nuevamente lo mismo hasta que nos cansamos y el sobrepeso se transforma en un problema de salud para nosotros.
Debemos acotar el hecho de que algunas personas tienen problemas de sobrepeso como consecuencia de alguna patología o enfermedad, en esos casos la solución debe ser dirigida por el médico o especialista, asignando tratamiento y todo lo que sea necesario para recuperar la salud.
En líneas generales, para las personas saludables con acumulación de grasa y exceso de peso, el estilizar la figura y reafirmar la musculatura no tiene que suponer una serie de sacrificios y esfuerzos de nunca acabar, por el contrario basta con modificar ciertos hábitos de vida para comenzar a notar mejoras en este sentido.
La acumulación de grasa en nuestro cuerpo depende directamente de factores genéticos y del metabolismo, sobre lo primero no podemos hacer nada pero sobre el metabolismo podemos influir de manera tal que logremos por lo menos mantener a raya esa ganancia de peso por acumulación de tejido graso.
Consideremos que:
Si aumentamos la actividad física perdemos peso.
Si comemos menos perdemos peso.
Si disminuimos la actividad física ganamos peso.
Si comemos mucho ganamos peso.
Estas cuatro condiciones no son rígidas y por si solas no garantizan la ganacia o pérdida de peso, debemos buscar un equilibrio entre ellas para lograr nuestro objetivo en ese sentido.
Nuestro organismo se adapta a las condiciones a las que lo sometemos, si le proveemos de pocos alimentos nuestro metabolismo se ralentizará para ahorrar energía, por este motivo las dietas restrictivas fracasan la mayoría de las veces. Por tanto, si se come muy poco y pocas veces al día de forma mantenida se baja el metabolismo y se adelgaza poco.
Por otra parte, si ingerimos los alimentos adecuados en pequeñas raciones tres o mas veces al dia, estamos proporcionando a nuestro cuerpo los elementos suficientes para funcionar, esto acelera el metabolismo sin inducir al ahorro energético permitiendo nutrirnos correctamente mientras se pierde peso por disminución del tejido graso.
Si nuestra alimentación es adecuada pero queremos promover la pérdida de tejido graso mas que de peso para estilizar la figura, debemos considerar nuestra actividad física. Para mejorar la forma y tamaño de los músculos es necesario realizar ejercicio físico, es decir debemos practicar algún deporte o entrenamiento en el que nuestros músculos trabajen.
Si agregamos a nuestras actividades, rutinas de entrenamiento con pesas, algún deporte o práctica como el yoga, pilates, baile o alguna otra, podemos aumentar aun mas nuestro metabolismo mientras obtenemos beneficios adicionales de esas actividades.
Aquí no cuenta la actividad física habitual, ni los movimientos propios al manejar el mando a distancia de la tele, ni las flexiones de codo cuando llevamos la gaseosa o la cerveza a nuestros labios, hablo de realmente incorporar sesiones completas y habituales de entrenamiento; no nos proporcionará beneficio inscribirnos en el gimnasio y acudir unas pocas veces al mes, es preciso ser consecuente, pues los beneficios de la actividad física no se consiguen de la noche a la mañana, por el contrario son lentos y progresivos.
En resumen, es preciso conseguir un punto de equilibrio entre nuestra alimentación y la activiad física que realicemos, a mayor actividad mayores serán los requerimientos de nutrientes; a menor actividad, menos nutrientes necesitaremos.
Tomado de: http://www.puntofape.com/como-perder-peso-como-mantener-el-peso-ideal-203/
sábado, 21 de julio de 2012
Lo que no te cuentan de las dietas
A estas alturas no vamos a explicarte otra vez las bondades de una dieta variada y equilibrada. Eso ya lo sabes, incluso forma parte de nuestra cultura en estas tierras bañadas por el Mediterráneo. Pero la carne es débil, y casi todos hemos probado a seguir una dieta en algún momento de nuestra vida, atraídos por las promesas de una mejora física, unos kilos menos o una salud de hierro.
Dietas hay muchas. Cientos de ellas. Algunas pasan inadvertidas y otras se plasman en libros que se convierten en 'best-sellers'. Se pueden clasificar de distintas maneras. Según la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición, las denominadas 'dietas milagro' pueden dividirse en tres grandes grupos, si bien algunas de ellas pueden pertenecer a más de una categoría: las hipocalóricas desequilibradas, las disociativas y las excluyentes. Vamos a repasar cada una de ellas para analizar sus pros y sus contras.
Dietas hipocalóricas desequilibradas
Son las que consisten en una disminución drástica de la ingesta de calorías. Aquí entrarían la dieta Gourmet, la dieta “Toma la mitad” o la dieta Cero, si bien casi todas las dietas en realidad se basan en una reducción de la ingesta de calorías.
Estrella invitada: dieta de la Clínica Mayo.
Cara A: bajarás de peso en poco tiempo. Entre 6 y 7 kilos en 14 días.
Fue un hit: a finales de 2009.
Dedicada a: personas que quieran perder peso rápidamente. Las mujeres son un blanco especialmente fácil.
Funcionamiento: pobre en carbohidratos y grasas, el alimento principal es el huevo (puedes comer de 4 a 6 cada día), ya que la proteína compone la mitad de los nutrientes de este régimen. También se pueden consumir otros productos, como cereales integrales, frutas, pescado y carne, siempre cocinados sin grasa.
No pueden tomarse lácteos, pan, alcohol ni pasta, y las únicas bebidas permitidas son el agua, el té y el café. Dura entre una semana y un mes.
Censurada si: eres hipertenso, tienes el colesterol alto, tienes osteoporosis o cualquier otro problema óseo.
Cara B: déficit de energía y de calcio. Aporta unas 1.200 calorías diarias, cuando un hombre adulto debería consumir unas 2.500. Efecto rebote. Sobrecarga renal por exceso de proteínas. Acidificación del pH de la sangre, que puede llegar a provocar irritabilidad, cansancio, falta de concentración, molestias articulares… Cetosis, que puede generar deshidratación, mareos y halitosis. Monotonía que se traduce en abandono. La verdadera clínica Mayo de EE.UU. se ha desligado por completo de ella.
Bonus track: si te proponen consumir menos de 1.000 kcal al día, ni las mires.
Dietas disociativas o disociadas
Son las que separan los alimentos en función de los nutrientes que los componen. Aseguran que los alimentos no hacen aumentar de peso por sí solos, sino tomados en determinadas combinaciones y que, por tanto, si no se mezclan, no se gana peso. La realidad es que casi todos los alimentos son combinaciones de varios tipos de nutrientes. Estas dietas estuvieron muy de moda en los noventa, como la de Hay o la de Shelton.
Estrella invitada: dieta Montignac.
Cara A: bajarás de peso sin pasar hambre.
Fue un hit: en los noventa, con precedente en la dieta de Hay entre 1900 y 1920.
Dedicada a: personas que quieren perder peso comiendo relativamente variado.
Funcionamiento: considera principalmente el índice glucémico (IG) de los alimentos, o lo que es lo mismo: su contenido en azúcares. Los clasifica en buenos (los de IG inferior 50), como los cereales integrales, el queso, los huevos o las legumbres, y malos (los de IG superior a 50), como el pan blanco, las bebidas alcohólicas, el maíz o la patata. Propone tres comidas al día (desayuno, comida y cena). Se divide en dos fases: la primera, de no más de dos meses, es la más estricta; no puede consumirse nada de la lista de alimentos malos. La segunda fase, de mantenimiento, sí te permite algún capricho ocasional, siempre y cuando sea en una comida acompañada de fibra. Prohíbe el agua con las comidas y la fruta como postre.
Censurada si: tienes alto el ácido úrico o eres deportista profesional.
Cara B: déficit de minerales, vitaminas y fibra. Fatiga. Mareos. Aumento del colesterol y del ácido úrico, lo que puede provocar mal aliento. Gota. Descalcificación ósea. Daños renales por exceso de proteínas y de nitrógeno.
Bonus track: extrae de ella la clasificación del IG para controlar mejor lo que comes según las necesidades de cada momento del día.
Dietas excluyentes
Son las que eliminan algún nutriente del régimen. Pueden ser altas en carbohidratos y bajas en proteínas y lípidos, altas en proteínas y bajas en hidratos de carbono o ricas en grasas. Teniendo en cuenta que todos los nutrientes son básicos para que el organismo funcione sin problemas, saca tus propias conclusiones. La dieta de Scardale, la de Lutz o la de los astronautas son algunas de ellas.
1. Modelo Atkins
Estrella invitada: dieta Atkins.
Cara A: perderás peso comiendo lo que muchas otras dietas prohíben.
Fue un hit: a comienzos de los 70. Relanzada en 1992. Remakeada por Dukan en 2010.
Dedicada a: personas que quieren adelgazar pero que se aburren fácilmente con otras dietas.
Funcionamiento: la proteína constituye el 90% de la ingesta diaria, procedente de productos altos en grasas como los lácteos enteros (no leche), el marisco, la carne roja, los huevos o el aceite. Los hidratos de carbono sólo suponen un 10% y han de provenir esencialmente de las verduras, que junto a la fruta, han de estar reducidas al mínimo porque su fibra impide la absorción de grasa en el intestino. Señala a la insulina como la responsable del aumento de peso, por lo que prohíbe el azúcar.
Censurada si: tienes el colesterol alto, estreñimiento o problemas cardiovasculares.
Cara B: aumento del colesterol, los triglicéridos y el ácido úrico. Gota. Falta de apetito. Estreñimiento. Halitosis por secreción de acetona. Riesgo cardiovascular. Sobrecarga renal. Cetosis.
Bonus track: no la confundas con una dieta tipo para aumentar masa muscular.
2. Modelo Dukan
Estrella invitada: dieta Dukan.
Cara A: notar resultados desde la primera fase.
Fue un hit: desde 2010 en Europa y desde 2011 en Estados Unidos.
Dedicada a: personas que quieren notar los efectos de un régimen rápidamente.
Funcionamiento: Ofrece un listado de 100 alimentos permitidos, 72 de ellos ricos en proteínas. El salvado de avena es obligatorio. La ingesta proteica comienza siendo muy alta y disminuye a medida que se avanza con la dieta. Se divide en cuatro fases: dos para adelgazar (la fase de ataque y la fase de crucero) y otras dos para mantener el peso (la fase de consolidación y la fase de estabilización).
Censurada si: padeces insuficiencia renal, estreñimiento, diabetes insulinodependiente o problemas digestivos.
Cara B: déficit de minerales, vitaminas y fibra. Debilitamiento del pelo, la piel y las uñas. Sobrecarga renal y hepática. Estreñimiento. Digestiones pesadas. Recientemente se ha publicado un libro titulado La dieta anti-Dukan para advertir de sus contraindicaciones.
Bonus track: si la haces, nunca alargues la fase de ataque más de diez días.
¿Y los ayunos?
Los ayunos también son dietas, en este caso disfrazadas como métodos para 'desintoxicarse'. De ellos se ha llegado a decir que aumentan la longevidad, afirmación sin base científica alguna en humanos. En los ayunos se recomienda la ingesta únicamente de líquido o de alguna fruta, con frecuencia piña, limón o manzana. Antes de comenzar una de estas dietas detox, pregúntate si de verdad has comido algo 'tóxico'.
“El cuerpo humano no necesita depuración porque ya cuenta con un sistema destinado a tal efecto”, explica la doctora Rosa Ortega, catedrática de Nutrición de la Universidad Complutense de Madrid. “En realidad, los ayunos no dejan de ser un modo encubierto de lo mismo. Como en el amor, en las dietas todo vale para perder peso, incluso lo más aberrante; a más aberrante la técnica, más riesgo corre la persona. Las dietas milagro ocasionan una pérdida de agua y por eso logran su objetivo al principio, ya que todos bajamos de peso cuando nos deshidratamos. Es tan cierto como que los kilos perdidos con una dieta mágica se recuperan”, sentencia.
La letra pequeña: el efecto rebote
La mayoría de las dietas funcionan porque cumplen con el objetivo de hacerte perder peso en un tiempo relativamente corto. Sin embargo, diversas asociaciones de expertos en nutrición, entre las que se encuentra la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición, coinciden en señalar el efecto rebote como una de las consecuencias más habituales. En principio, el régimen surte efecto porque pierdes peso procedente de la masa muscular. El músculo es más denso que la grasa y, por tanto, pesa más.
El mantenimiento de la masa muscular es el principal consumidor de energía del organismo, lo que compone el metabolismo basal. Por tanto, a menos masa muscular, menor gasto energético. Así, llega un punto en que la dosis de energía consumida no se quema, y es entonces cuando esa energía sobrante comienza a almacenarse en forma de grasa. ¿Moraleja? Si quieres adelgazar, no reduzcas tu demanda de energía. Auméntala.
Tomado de: http://www.menshealth.es/nutricion/dietas/articulo/lo-que-no-te-cuentan-de-las-dietas
sábado, 14 de julio de 2012
Consejos para mantener el peso de forma sana
Todos nos quejamos de que no conseguimos acabar con esos kilos que nos sobran. Para ello no es necesario sufrir con dietas estrictas que no son buenas para nuestra salud. Por eso, desde Vitónica nos van a dar una serie de pautas a tener en cuenta para mantener el peso y seguir una alimentación correcta.
Debemos comer alimentos que contengan pocas calorías como por ejemplo espárragos asados, que nos aportarán muchos nutrientes y pocas calorías. Pero no hay que abusar de la fruta, pues contiene fructosa y por lo tanto calorías.
Tenemos que hacer 5 comidas ligeras al día que nos permitirán no pasar hambre entre horas y por lo tanto nuestro cuerpo no acusará tanto la falta de alimento. Ya que en contra de lo que mucha gente piensa, no es bueno hacer solamente tres comidas, pues nuestro cuerpo gasta energía constantemente y por lo tanto no le debe faltar el alimento. Si esto sucede el metabolismo se ralentiza y tenderemos a almacenar grasa.
Nunca hay que saltarse el desayuno, pues es la única forma de activar el organismo por las mañanas y hacer que nuestro metabolismo trabaje más deprisa. Debemos comer de todo en su justa medida. No hay mejor dieta que la variada. Nuestro cuerpo necesita de todos los nutrientes y por lo tanto no podemos prescindir de ningún alimento pues crearemos desajustes en nuestro organismo.
No hay que evitar la ingesta de hidratos, pues si al organismo le falta la principal fuente de energía, éste recurrirá a las proteínas, con lo que perderemos masa muscular. Los hidratos de carbono deben ser integrales, pues nos sacian durante más tiempo al tener una asimilación lenta. Y no debemos mezclar unos con otros. Si comemos pasta, legumbre… no comemos pan.
Tenemos que comer grasa de la buena, es decir, hay que evitar las saturadas. Debemos ingerir grasas del tipo omega 3 que se encuentran en el pescado, el aceite de oliva natural, las aceitunas… No debemos olvidar aumentar la ingesta de fibra que nos ayudará a depurar el organismo. Es recomendable comer verduras en todas las comidas.
Sobre todo tenemos que evitar las calorías vacías, es decir, no debemos ingerir alimentos que tienen un gran contenido calórico pero pocos nutrientes. Algún ejemplo sería el azúcar y derivados, los refrescos azucarados…
Tomado de: http://www.vitonica.com/dietas/consejos-para-mantener-el-peso-de-forma-sana
viernes, 13 de julio de 2012
Algo pasa... no es normal tan pocas visitas...
Algo pasa en Blogger!!!
No es normal tan pocas visitas en estos días (es la segunda vez que me sucede)...
Pasar repentinamente, de un día para otro, de entre 180 y 250 visitas diarias a entre 16 y 22 debe ser por algo... que no mola...
Alguien tiene explicación???
Saludos.
No es normal tan pocas visitas en estos días (es la segunda vez que me sucede)...
Pasar repentinamente, de un día para otro, de entre 180 y 250 visitas diarias a entre 16 y 22 debe ser por algo... que no mola...
Alguien tiene explicación???
Saludos.
sábado, 7 de julio de 2012
No dejes el ejercicio después de perder peso
Cuando nos planteamos perder unos kilos ya sabemos que lo mejor es cuidar la dieta y empezar a hacer ejercicio, así el balance de calorías será negativo y poco a poco comenzaremos a perder esos kilos que nos sobran.
Una vez que conseguimos nuestro objetivo lo normal es volver a la vida de antes, es decir, comer lo que nos apetece y dejar el ejercicio a un lado. Gran error, con esto sólo conseguiremos que nuestro problema vuelva al poco tiempo y de nuevo nos lamentemos porque tenemos unos kilos de más.
Lo mejor para estos casos es no abandonar el ejercicio, esta es la mejor manera para mantener el peso ideal que hemos alcanzado. Por supuesto también tenemos que seguir cuidando la alimentación, pero si algún día tenemos algún exceso, el hacer ejercicio a diario quemará sin problemas esas calorías y no se acumularán.
Si has empezado un plan de ejercicio físico no lo dejes, es el mejor seguro de vida que puedas hacer y mantendrá a raya al exceso de peso. Recuerda que lo más dificil no es perder peso, sino mantenerlo una vez que lo has perdido, el ejercicio es vital en esta tarea.
Tomado de: http://www.vitonica.com/dietas/no-dejes-el-ejercicio-despues-de-perder-peso
sábado, 30 de junio de 2012
La importancia de un buen desayuno para estar en el peso ideal
El estrés del día a día y las prisas hacen que muchos de nosotros no desayunemos en condiciones nada más levantarnos o que no comamos nada y lo dejemos para más tarde. Un gran error, pues el desayuno es la comida más importante del día y debe realizarse a primera hora de la mañana.
Al despertarnos, nuestro cuerpo necesita energía para empezar a funcionar y realizar las tareas diarias. Después de ocho horas sin ingerir ni alimento ni bebida, es necesario que lo nutramos como es debido. Por esto la necesidad de un buen desayuno que además de cargarnos de energía nos ayudará a controlar nuestro peso.
Numerosos estudios realizados a varios sectores de la población revelan que los individuos que no desayunan tienen una mayor masa corporal. Y es que nuestro organismo necesita de nutrientes las primeras horas del día, pues el metabolismo empieza a funcionar una vez nos hemos levantado. Si le ofrecemos este alimento, se activará y funcionará más deprisa, con lo que el gasto calórico también será más elevado.
Pero hay que desayunar con cabeza. Sí que es cierto que el desayuno es la comida más importante del día, pero no por ello debemos atiborrarnos de bollería industrial. Lo recomendable es ingerir cereales, a poder ser integrales con un alto contenido en fibra que nos ayudará a eliminar toxinas y nos dará el aporte energético que necesitamos al contener carbohidratos de asimilación lenta. Además podemos acompañarlo de lácteos y frutas.
Es muy importante que nuestro organismo se active y empiece a trabajar cuanto antes, pues de esta manera su desgaste será mayor a lo largo del día y los alimentos que ingiramos se asimilarán antes y por lo tanto nuestra masa corporal no aumentará excesivamente y conseguiremos estar con más facilidad en nuestro peso ideal.
Tomado de: http://www.vitonica.com/prevencion/la-importancia-de-un-buen-desayuno-para-estar-en-el-peso-ideal
sábado, 23 de junio de 2012
Cinco claves para mantener el peso
El peso es una de las cosas que en la mayoría de la gente más varía debido a los malos hábitos alimenticios que tenemos y al estilo de vida que seguimos. Para intentar estabilizarlo es importante que tengamos en cuenta varios puntos que nos ayudarán a mantener el peso ideal por más tiempo. En Vitónica vamos a ver cinco que no debemos pasar por alto para conseguir mantener el peso.
Antes de nada debemos saber que las dietas rápidas y milagro no existen. Los resultados que obtenemos son pan para hoy y hambre para mañana, ya que lo que debemos conseguir es una reeducación de nuestros hábitos para lograr mantener el peso ideal por más tiempo evitando las dietas yoyo en las que perdemos gran cantidad de kilos mientras las realizamos, pero cuando comenzamos a comer normal de nuevo volvemos a recuperar esos kilos y alguno más. Por eso es necesario saber alimentarnos bien para evitar este problema.
Practicar deporte de forma habitual es otra máxima que no debemos pasar por alto si queremos conservar nuestro peso. El deporte es la forma más sana que existe de quemar calorías, ya que además de ayudarnos a perder gran parte de la grasa que acumulamos en el organismo, el deporte mejora nuestra salud y consigue que el estado general del organismo sea mucho más saludable que si no practicásemos deporte. Además, el deporte activa el metabolismo y evita que las grasas se acumulen masivamente en el organismo.
Comer habitualmente y no matarnos de hambre es una de las máximas de todo mantenimiento de peso, eso sí, es importante que no ingiramos alimentos con alto contenido calórico, sino que las frutas y verduras deben ser una constante en nuestra dieta. Es importante que realicemos cinco comidas mínimo al día para evitar la demanda alimenticia que el organismo lleva a cabo a veces y según la cual cuando recibe alimento tiende a almacenar en forma de grasa para sucesivos episodios de hambre. Si evitamos esto conseguiremos que el organismo no se vea en la necesidad de guardar alimento.
En nuestra vida cotidiana debemos evitar el estrés y las situaciones con altas cargas emotivas, ya que en la mayoría de los casos nos crean situaciones de ansiedad en las que tendemos a ingerir mayores cantidades de alimento y en casi todos los casos con un alto contenido calórico. Es importante que realicemos actividades relajantes como el yoga, el thai chi… Es necesario que controlemos nuestros impulsos para así poder evitar la ansiedad que nos lleva a comer por comer.
Una máxima importante para mantenernos en nuestro peso es aspirar a conseguir estar en nuestro peso ideal. Cada persona tiene unas características diferentes en lo que se refiere a su estructura corporal, y por ello es importante que las tengamos en cuenta a la hora de perseguir un peso u otro, ya que muchas veces podemos matarnos de hambre y no conseguir el peso que ansiamos de forma saludable, por esto es importante que seamos conscientes de nuestras limitaciones y sepamos hasta donde podemos llegar.
Tomado de: http://www.vitonica.com/dietas/cinco-claves-para-mantener-el-peso
sábado, 16 de junio de 2012
Mantenimiento del peso ideal...
Si bien para muchas personas es difícil adelgazar, es más difícil mantener el peso después de haber perdido unos kilos.
Mantenimiento del peso ideal
Beneficios de mantener el peso ideal:
Entre un 80 y un 85 por ciento de las personas que pierden una gran cantidad de peso lo recuperan. Una teoría acerca de la recuperación del peso adelgazado es que las personas que reducen su ingesta calórica para adelgazar experimentan una disminución en su índice metabólico, que dificulta cada vez más la pérdida de peso. Un índice metabólico más bajo también puede favorecer a la recuperación del peso una vez que se retoma la dieta normal. Por estos motivos, se recomienda evitar las dietas extremadamente bajas en calorías o la pérdida rápida de peso.
Se sugiere no adelgazar más de medio kilo o un kilo (una o dos libras) por semana. Los cambios de estilo de vida a largo plazo aumentarán las probabilidades de éxito del adelgazamiento a largo plazo.
La reducción de peso hasta alcanzar una relación saludable entre el peso y la estatura produce beneficios para su salud, tales como la disminución de las concentración de colesterol y glucosa en la sangre, una menor presión arterial, un menor esfuerzo en los huesos y articulaciones y un menor esfuerzo para el corazón. Por lo tanto, es fundamental mantener el peso ideal para obtener beneficios de salud durante toda la vida.
No recuperar el peso perdido requiere esfuerzo y compromiso, al igual que perderlo. Los objetivos de adelgazamiento se logran mediante cambios en la dieta, en los hábitos de alimentación, el ejercicio y, en circunstancias extremas, una cirugía.
Estrategias para el mantenimiento del peso ideal:
Las estrategias que favorecen el adelgazamiento también desempeñan un papel importante en el mantenimiento de peso:
Los sistemas de apoyo que fueron eficaces durante el adelgazamiento pueden contribuir a que mantenga su peso ideal. Un estudio realizado por el Registro Nacional para el Control de Peso (National Weight Control Registry) descubrió que las personas que adelgazaron y siguieron asistiendo a reuniones bimestrales de grupos de apoyo durante un año no volvieron a recuperar el peso perdido. Los participantes que no asistieron a las reuniones de grupos de apoyo recuperaron casi la mitad del peso adelgazado.
La actividad física desempeña un papel fundamental en el mantenimiento, para no recuperar el peso perdido. Los estudios muestran que incluso los ejercicios no rigurosos, como el caminar o utilizar las escaleras, tienen un efecto positivo. Para mantener el peso se recomienda realizar actividades que consuman entre 1.500 y 2.000 calorías por semana.
Las dietas y el ejercicio constituyen estrategias fundamentales para adelgazar y mantenerse sin recuperar el peso perdido. Un estudio realizado por el Registro Nacional de Control del Peso (National Weight Control Registry) descubrió que prácticamente el total de los 784 participantes que habían adelgazado por lo menos 13 kilos (30 libras), y que habían mantenido su peso sin recuperarlo por un año o más, utilizaban la dieta y el ejercicio no sólo para adelgazar sino también para mantenerse con el mismo peso.
Una vez alcanzado el peso deseado, se puede probar agregar gradualmente unas 200 calorías, de alimentos saludables y de bajo contenido de grasa, a la ingesta diaria durante una semana para ver si el peso se mantiene. Si no se engorda, se pueden agregar más calorías de alimentos saludables a la dieta diaria, hasta que se determine el equilibrio correcto de calorías para mantener el peso deseado. Determinar cómo el ajuste de la ingesta de alimentos y el nivel de ejercicio afectan el peso puede requerir cierto tiempo y el registro de ciertos datos.
Seguir utilizando estrategias adecuadas de conducta puede ayudarle a mantener el peso. Preste atención a la ingesta como respuesta a situaciones de estrés e intente recurrir al ejercicio, la actividad o la meditación para sobrellevarlo.
Retomar viejos hábitos no significa haber fracasado. Prestar atención a los alimentos que se escogen y al ejercicio puede contribuir a adquirir conductas que permitan mantener el peso perdido. Identificar situaciones tales como estados de ánimo negativos y dificultades interpersonales e incorporar métodos alternativos para sobrellevar esas situaciones en vez de comer puede prevenir la recaída de viejos hábitos.
Ciclos de pérdida-recuperación de peso:
Los ciclos de pérdida-recuperación de peso se producen cuando la persona adelgaza y engorda en numerosas ocasiones. Algunos estudios sugieren que los ciclos de pérdida-recuperación de peso, también llamado “efecto yo-yo”, pueden provocar ciertos riesgos de salud, tales como presión arterial elevada, enfermedades de la vesícula biliar y niveles de colesterol elevados. Sin embargo, estos estudios no son concluyentes. La mejor estrategia es evitar los ciclos de pérdida-recuperación de peso y mantener un peso saludable con actividad y dieta saludables.
Un mito sobre los ciclos de pérdida-recuperación de peso es que una persona que adelgaza y engorda tendrá más problemas para volver a adelgazar y mantenerse delgado en comparación con una persona que no haya experimentado este ciclo de pérdida-recuperación del peso. La mayoría de los estudios muestran que los ciclos de pérdida-recuperación de peso no afectan la velocidad con la que el organismo quema combustible y un ciclo previo no influye la capacidad para volver a adelgazar. Además, los ciclos de pérdida-recuperación de peso no aumentan la cantidad de tejido adiposo ni su distribución alrededor del estómago.
Siempre consulte a su médico para obtener más información.
Terra/Dr.Tango
Tomado de: http://www.terra.com/salud/articulo/html/sal7329.htm
Mantenimiento del peso ideal
Beneficios de mantener el peso ideal:
Entre un 80 y un 85 por ciento de las personas que pierden una gran cantidad de peso lo recuperan. Una teoría acerca de la recuperación del peso adelgazado es que las personas que reducen su ingesta calórica para adelgazar experimentan una disminución en su índice metabólico, que dificulta cada vez más la pérdida de peso. Un índice metabólico más bajo también puede favorecer a la recuperación del peso una vez que se retoma la dieta normal. Por estos motivos, se recomienda evitar las dietas extremadamente bajas en calorías o la pérdida rápida de peso.
Se sugiere no adelgazar más de medio kilo o un kilo (una o dos libras) por semana. Los cambios de estilo de vida a largo plazo aumentarán las probabilidades de éxito del adelgazamiento a largo plazo.
La reducción de peso hasta alcanzar una relación saludable entre el peso y la estatura produce beneficios para su salud, tales como la disminución de las concentración de colesterol y glucosa en la sangre, una menor presión arterial, un menor esfuerzo en los huesos y articulaciones y un menor esfuerzo para el corazón. Por lo tanto, es fundamental mantener el peso ideal para obtener beneficios de salud durante toda la vida.
No recuperar el peso perdido requiere esfuerzo y compromiso, al igual que perderlo. Los objetivos de adelgazamiento se logran mediante cambios en la dieta, en los hábitos de alimentación, el ejercicio y, en circunstancias extremas, una cirugía.
Estrategias para el mantenimiento del peso ideal:
Las estrategias que favorecen el adelgazamiento también desempeñan un papel importante en el mantenimiento de peso:
Los sistemas de apoyo que fueron eficaces durante el adelgazamiento pueden contribuir a que mantenga su peso ideal. Un estudio realizado por el Registro Nacional para el Control de Peso (National Weight Control Registry) descubrió que las personas que adelgazaron y siguieron asistiendo a reuniones bimestrales de grupos de apoyo durante un año no volvieron a recuperar el peso perdido. Los participantes que no asistieron a las reuniones de grupos de apoyo recuperaron casi la mitad del peso adelgazado.
La actividad física desempeña un papel fundamental en el mantenimiento, para no recuperar el peso perdido. Los estudios muestran que incluso los ejercicios no rigurosos, como el caminar o utilizar las escaleras, tienen un efecto positivo. Para mantener el peso se recomienda realizar actividades que consuman entre 1.500 y 2.000 calorías por semana.
Las dietas y el ejercicio constituyen estrategias fundamentales para adelgazar y mantenerse sin recuperar el peso perdido. Un estudio realizado por el Registro Nacional de Control del Peso (National Weight Control Registry) descubrió que prácticamente el total de los 784 participantes que habían adelgazado por lo menos 13 kilos (30 libras), y que habían mantenido su peso sin recuperarlo por un año o más, utilizaban la dieta y el ejercicio no sólo para adelgazar sino también para mantenerse con el mismo peso.
Una vez alcanzado el peso deseado, se puede probar agregar gradualmente unas 200 calorías, de alimentos saludables y de bajo contenido de grasa, a la ingesta diaria durante una semana para ver si el peso se mantiene. Si no se engorda, se pueden agregar más calorías de alimentos saludables a la dieta diaria, hasta que se determine el equilibrio correcto de calorías para mantener el peso deseado. Determinar cómo el ajuste de la ingesta de alimentos y el nivel de ejercicio afectan el peso puede requerir cierto tiempo y el registro de ciertos datos.
Seguir utilizando estrategias adecuadas de conducta puede ayudarle a mantener el peso. Preste atención a la ingesta como respuesta a situaciones de estrés e intente recurrir al ejercicio, la actividad o la meditación para sobrellevarlo.
Retomar viejos hábitos no significa haber fracasado. Prestar atención a los alimentos que se escogen y al ejercicio puede contribuir a adquirir conductas que permitan mantener el peso perdido. Identificar situaciones tales como estados de ánimo negativos y dificultades interpersonales e incorporar métodos alternativos para sobrellevar esas situaciones en vez de comer puede prevenir la recaída de viejos hábitos.
Ciclos de pérdida-recuperación de peso:
Los ciclos de pérdida-recuperación de peso se producen cuando la persona adelgaza y engorda en numerosas ocasiones. Algunos estudios sugieren que los ciclos de pérdida-recuperación de peso, también llamado “efecto yo-yo”, pueden provocar ciertos riesgos de salud, tales como presión arterial elevada, enfermedades de la vesícula biliar y niveles de colesterol elevados. Sin embargo, estos estudios no son concluyentes. La mejor estrategia es evitar los ciclos de pérdida-recuperación de peso y mantener un peso saludable con actividad y dieta saludables.
Un mito sobre los ciclos de pérdida-recuperación de peso es que una persona que adelgaza y engorda tendrá más problemas para volver a adelgazar y mantenerse delgado en comparación con una persona que no haya experimentado este ciclo de pérdida-recuperación del peso. La mayoría de los estudios muestran que los ciclos de pérdida-recuperación de peso no afectan la velocidad con la que el organismo quema combustible y un ciclo previo no influye la capacidad para volver a adelgazar. Además, los ciclos de pérdida-recuperación de peso no aumentan la cantidad de tejido adiposo ni su distribución alrededor del estómago.
Siempre consulte a su médico para obtener más información.
Terra/Dr.Tango
Tomado de: http://www.terra.com/salud/articulo/html/sal7329.htm
sábado, 9 de junio de 2012
¿Cómo mantener el peso después de una dieta?
Lo más complejo al realizar una dieta es mantener el peso logrado.
Te brindamos diez consejos para evitar recuperar el peso perdido.
Tomado de: http://comunidad.biensimple.com/belleza/w/belleza/Como-mantener-el-peso-despues-de-una-dieta.aspx
Te brindamos diez consejos para evitar recuperar el peso perdido.
Pasos
Importante
Recuerda que el ejercicio diario es la única manera de quemar calorías sobrantes. Los excesos que cometas, podrás compensarlos con ejercicio, evitando sufrir "abstinencias" que sólo te llevarán a romper con tu dieta.Tomado de: http://comunidad.biensimple.com/belleza/w/belleza/Como-mantener-el-peso-despues-de-una-dieta.aspx
sábado, 2 de junio de 2012
¿Cuántas calorías consumir para bajar de peso?...
Si has decidido iniciar una dieta para perder peso, seguro te interesará saber cuándo empezarás a ver resultados. Hay varios factores que inciden en la velocidad con la que bajamos de peso, entre ellos: el sexo, edad, talla, peso y nivel de actividad diaria.
Sin embargo hay formas de determinar cuántas calorías máximas debemos consumir al día para perder cierta cantidad de kilos, en determinado período de tiempo.
Para conocer este dato ten presente que un kilo de grasa representa aproximadamente unas 7200 calorías, de tal forma que si deseas bajar un kilo por semana, debes restarle 1000 calorías, a las calorías diarias necesarias por día, de acuerdo a tus características particulares. En caso de que no querer hacer una dieta tan estricta, puedes descontar esas calorías realizando ejercicios que te permitan quemar grasas y bajar de peso.
Con la siguiente herramienta podrás calcular cuántas calorías consumir para bajar de peso en el tiempo que te hayas propuesto. Ten presente que todas las calorías que consumas por debajo de esa cifra, representarán una pequeña pérdida de peso y todas las que consumas por encima de ella, se convertirán en grasa, a menos que aumentes tu nivel de actividad física con la práctica de ejercicio.
Sigue estas sencillas instrucciones y realiza tus cálculos.
1. Elige el tipo de medidas que prefieres utilizar: libras y pulgadas o kilogramos y centímetros. Para ello utiliza los botones superiores de la calculadora de calorías. que aparece abajo.
2. Selecciona tu sexo e ingresa tu edad, peso y estatura, así como tu nivel de actividad:
3. Pulsa el botón Calcular y obtendrás tu resultado al instante.
La calculadora de calorías te dará tres cifras:
• La primera corresponde al gasto diario de tu metabolismo basal (BMR). Se refiere a las calorías mínimas que necesitas de acuerdo a tu peso y talla.
• La segunda es la cantidad de calorías reales que necesitas para mantener tu peso actual, considerando tu nivel de actividad.
• Y la tercera, es la cantidad de calorías máximas diarias que deberías consumir para perder una libra por semana.
Tomado de:
¿Cuántas calorías consumir para bajar de peso? http://www.dietas.com/articulos/cuantas-calorias-consumir-para-bajar-de-peso.asp#ixzz1tzWC376g
Sin embargo hay formas de determinar cuántas calorías máximas debemos consumir al día para perder cierta cantidad de kilos, en determinado período de tiempo.
Para conocer este dato ten presente que un kilo de grasa representa aproximadamente unas 7200 calorías, de tal forma que si deseas bajar un kilo por semana, debes restarle 1000 calorías, a las calorías diarias necesarias por día, de acuerdo a tus características particulares. En caso de que no querer hacer una dieta tan estricta, puedes descontar esas calorías realizando ejercicios que te permitan quemar grasas y bajar de peso.
Con la siguiente herramienta podrás calcular cuántas calorías consumir para bajar de peso en el tiempo que te hayas propuesto. Ten presente que todas las calorías que consumas por debajo de esa cifra, representarán una pequeña pérdida de peso y todas las que consumas por encima de ella, se convertirán en grasa, a menos que aumentes tu nivel de actividad física con la práctica de ejercicio.
Sigue estas sencillas instrucciones y realiza tus cálculos.
1. Elige el tipo de medidas que prefieres utilizar: libras y pulgadas o kilogramos y centímetros. Para ello utiliza los botones superiores de la calculadora de calorías. que aparece abajo.
2. Selecciona tu sexo e ingresa tu edad, peso y estatura, así como tu nivel de actividad:
3. Pulsa el botón Calcular y obtendrás tu resultado al instante.
La calculadora de calorías te dará tres cifras:
• La primera corresponde al gasto diario de tu metabolismo basal (BMR). Se refiere a las calorías mínimas que necesitas de acuerdo a tu peso y talla.
• La segunda es la cantidad de calorías reales que necesitas para mantener tu peso actual, considerando tu nivel de actividad.
• Y la tercera, es la cantidad de calorías máximas diarias que deberías consumir para perder una libra por semana.
Tomado de:
¿Cuántas calorías consumir para bajar de peso? http://www.dietas.com/articulos/cuantas-calorias-consumir-para-bajar-de-peso.asp#ixzz1tzWC376g
sábado, 26 de mayo de 2012
Cinco pasos para superar la adicción a la comida...
Diversos estudios han demostrado que la comida puede generar una adicción muy similar a la que producen las drogas o el tabaco, por ello es el área de la salud donde muchas personas tienen su mayor desafío. Quieren comer más sano, desean estar saludables, pero cuando se trata de comer bien, les parece que no pueden hacerlo.
La comida es un área en la que hemos creado asociaciones. Una asociación es una relación en nuestra mente entre una emoción y una experiencia, persona, lugar o cosa. Alguna vez comimos un helado, un pedazo de pastel o un trozo de chocolate, y nos gustó su sabor. En ese momento creamos la asociación en nuestra mente de que esa comida nos hace sentir bien, y cada vez que la comemos, nos sigue haciendo sentir bien, con lo que dicha asociación se fortalece más aún.
El resultado es que hemos creado una asociación extremadamente fuerte con la comida, por eso es tan difícil renunciar a ciertos alimentos. El intelecto nos dice que un alimento es malo para nosotros, pero nuestras emociones, que son en realidad nuestras asociaciones, nos dicen que esos alimentos nos hacen sentir bien. ¿Cómo pues podemos renunciar a algo que nos hace sentir bien?
En el sitio web healthnewsdigest.com se publicó un interesante artículo titulado “Five Steps to Overcoming a Food Addiction” (Cinco pasos para superar la adicción a la comida), los cuáles enumeramos a continuación.
1. Motívate.
Tienes que querer hacer el cambio. Como sucede con todo, si no tienes voluntad y disposición, no lograrás nada. “Tu motivación puede venir de diferentes partes, por ejemplo el diagnóstico de tu médico que te advierte que tu salud empeorará a no ser que bajes de peso o puede provenir de tu familia y tu deseo de estar sano para participar con tus hijos en actividades y deportes”, señala Hedley Turk, autor del artículo, quien después de superar sus propias adicciones a la comida empezó a dedicarse a ayudar a los demás.
2. Identifica qué es lo que te hace querer esa comida en específico.
“Respóndete las siguientes preguntas: ¿Por qué como ésto? Sé honesto. ¿Te hace sentir mejor? ¿Te da placer? ¿Te satisface? ¿Te relaja?”.
3. Relaciona ese alimento con cosas negativas.
Si sigues pensando que te hace sentir bien, nunca podrás dejarlo.
4. Crea nuevas asociaciones positivas relacionadas al hecho de no consumir esa comida.
“La meta es que cada vez que resistas las ganas de comer cosas no saludables, te sientas bien. De manera que te sientas mejor cada vez que lo hagas. Así refuerzas la asociación junto con tu fortaleza y confianza”.
5. Establece tus nuevas asociaciones.
El último paso es fijar esas creencias, significa reafirmarlas o hacerlas más fuertes en tu mente. Esto se logra cuando una fuerte emoción está involucrada o a través de la repetición.
Un último consejo: “Ten presente que probablemente tengas que repetir este proceso más de una vez. Superar la adicción a la comida no es una tarea fácil pero si estás motivado y comprometido a hacerlo, puedes lograrlo”.
Tomado de:
Cinco pasos para superar la adicción a la comida http://www.dietas.com/articulos/cinco-pasos-para-superar-la-adiccion-a-la-comida.asp#ixzz1tzUZ0aci
sábado, 19 de mayo de 2012
Comer fuera de casa o asisitir a eventos con frecuencia no tiene por qué causar sobrepeso...
Gabriela Gottau
19 de julio de 2010 | 19:17
Es decir, la mayor parte de la ingesta de alimentos puede ser controlada por nosotros, pues en un restaurante tenemos la posibilidad de elegir y en casa, con más razón se prueban nuestros hábitos. Entonces, las comidas eventuales no tienen por qué ser la causa de un aumento de peso, sino que es frecuente engordar o padecer sobrepeso por nuestros hábitos, aquellos que ponemos en práctica cada día.
Si con habilidad sostenemos nuestros hábitos y tras una gran comida en un evento volvemos a nuestros saludables comportamientos alimentarios, dicho evento no será la causa de un aumento de peso. Por ello, debemos probar y observar primero nuestros hábitos, es decir, nuestras conductas en el día a día, para después adjudicar nuestro sobrepeso a los eventos o comidas fuera de lo habitual.
Si lo habitual es adecuado y saludable, lo eventual no podrá arruinarlo. Entonces, los eventos o comidas fuera de casa no tienen por qué causar sobrepeso, aunque incrementen las probabilidades de comer más calórico y menos nutritivo, no nos empujarán a la obesidad si sostenemos buenos hábitos a diario.
Tomado de:
http://www.vitonica.com/dietas/comer-fuera-de-casa-o-asisitir-a-eventos-con-frecuencia-no-tiene-por-que-causar-sobrepeso
19 de julio de 2010 | 19:17
Es muy habitual escuchar a las personas justificar su aumento de peso progresivo o incluso su obesidad diciendo que son “comedores sociales”, es decir, que con frecuencia comen fuera de casa o asisten a eventos sociales en donde no pueden controlar la calidad de la comida.
Sin embargo, comer fuera de casa o asistir a eventos con frecuencia no tiene por qué causar sobrepeso, pues si a diario realizamos una comida en el trabajo o en un restaurante tenemos opciones ligeras para escoger y además, si tenemos 3 o más eventos a la semana, sólo representan 3 comidas de las 14 que realizamos a la semana. Es decir, la mayor parte de la ingesta de alimentos puede ser controlada por nosotros, pues en un restaurante tenemos la posibilidad de elegir y en casa, con más razón se prueban nuestros hábitos. Entonces, las comidas eventuales no tienen por qué ser la causa de un aumento de peso, sino que es frecuente engordar o padecer sobrepeso por nuestros hábitos, aquellos que ponemos en práctica cada día.
Si con habilidad sostenemos nuestros hábitos y tras una gran comida en un evento volvemos a nuestros saludables comportamientos alimentarios, dicho evento no será la causa de un aumento de peso. Por ello, debemos probar y observar primero nuestros hábitos, es decir, nuestras conductas en el día a día, para después adjudicar nuestro sobrepeso a los eventos o comidas fuera de lo habitual.
Si lo habitual es adecuado y saludable, lo eventual no podrá arruinarlo. Entonces, los eventos o comidas fuera de casa no tienen por qué causar sobrepeso, aunque incrementen las probabilidades de comer más calórico y menos nutritivo, no nos empujarán a la obesidad si sostenemos buenos hábitos a diario.
Tomado de:
http://www.vitonica.com/dietas/comer-fuera-de-casa-o-asisitir-a-eventos-con-frecuencia-no-tiene-por-que-causar-sobrepeso
sábado, 12 de mayo de 2012
Tips para evitar comer en exceso cuando comes fuera de casa...
Si bien salir a comer es parte importante de nuestra cultura, lo malo es que solemos comer de más al comer en restaurantes. De hecho existen estudios que muestran que las personas consumen alrededor de 230 calorías adicionales los días que comen fuera, lo cual no conviene sobre todo si estamos cuidando el peso.
Como no es factible aconsejar simplemente a la gente que no coma fuera de casa, como tampoco lo es, decirles que solo coman opciones bajas en calorías, ya que la gente no sale a comer verduras al vapor, sino sale a comer algo que no come en casa. Por tal razón investigadores de la Universidad de Texas en Austin, crearon una estrategia a la que denominaron “comer con conciencia en los restaurantes”, que consiste en enseñar a las personas a prestar mucha atención a lo que comen y a cómo se sienten, con la meta de sentirse satisfechas con porciones más reducidas y dejar de comer antes de sentirse demasiado llenas.
Los hallazgos de este interesante estudio fueron publicados en la revista Journal of Nutrition Education and Behavior. Entre las estrategias específicas que las participantes del estudio recibieron para usar al comer en restaurantes, las cuales parecieron funcionar figuran:
• Cuando hagas tu pedido, solicita una cajita para llevar junto con la comida y coloca en ella la mitad del plato antes de comenzar a comer. Se ha comprobado que cuando hay menos en el plato, se come más lentamente, lo que ayuda a sentirse más satisfecho. Por el contrario, si esperas para poner la comida en la cajita para llevar, hay una tendencia a comer de más.
• Pide la salsa, la mantequilla y el aderezo aparte, para asegurarte de no consumir calorías sin darte cuenta, o que ni siquiera deseabas.
• Si te da igual, no lo comas. Come los platos que te encantan y evita los que te den igual, pues muchas veces comemos calorías de cosas que no disfrutamos particularmente y que ni siquiera deseamos. La excepción son los alimentos altamente nutritivos que deberían comerse de cualquier manera.
• Comparte el plato principal o el postre.
• Sé consciente de lo que comes y saborea cada bocado. Concéntrate en el placer que te dan los alimentos. Come lentamente y presta atención al disfrute que te provee su textura, olor y sabor. Entonces puedes plantearte si en realidad tienes que comértelo todo para sentirte satisfecha(o) o si unos cuantos bocados bastan.
• Concéntrate en cómo te sientes. Ten presente que el cuerpo tarda unos 20 minutos en darse cuenta de que está lleno. Se ha demostrado que comer lentamente puede evitar el consumo excesivo, al dar al cerebro ese tiempo para registrar la sensación de saciedad. Incluso masticar más la comida puede ayudar a comer más lentamente y a sentirse más satisfecha(o).
• En un restaurante chino, elige arroz hervido en lugar de frito, así recortarás unas 100 calorías. En un restaurante de carnes, el filete o lomo es uno de los cortes de res más magros. Cuando comas en un restaurante italiano, la salsa marinara o de almejas es mejor opción que las alfredo con crema.
• Que la verdura no te engañe. Esas berenjenas a la parmesana, puede ser un plato rico en calorías, por la grasa que estas absorben. Las salchichas y el pepperoni añaden muchas calorías a la pizza, una pizza de verduras será claramente una mejor opción.
Si bien el objetivo del estudio era solamente evitar que se aumentara de peso, luego de seis semanas las participantes habían perdido un promedio de poco más de 1 a 2 kilos (3 a 4 libras). Los diarios alimentarios mostraron además que las participantes comían unas 300 calorías menos al día.
Tomado de:
Tips para evitar comer en exceso cuando comes fuera de casa (I) http://www.dietas.com/articulos/tips-para-evitar-comer-en-exceso-cuando-comes-fuera-de-casa-i.asp#ixzz1tzH7gbbD
Tips para evitar comer en exceso cuando comes fuera de casa (II) http://www.dietas.com/articulos/tips-para-evitar-comer-en-exceso-cuando-comes-fuera-de-casa-ii.asp#ixzz1tzHb4IOX
sábado, 5 de mayo de 2012
Equilibrio en la dieta, clave de una correcta alimentación...
Llevar a cabo una correcta alimentación no requiere someterse a estrictas dietas, tener profundos conocimientos de dietética o seguir complicados cálculos. Basta con comer de forma equilibrada, consumiendo diariamente alimentos pertenecientes a los cuatro grupos fundamentales.
La tendencia a comer más de lo necesario, unida a la preferencia por ciertos tipos de alimentos, descuidando otros, se traduce en un desequilibrado aporte de energía y de nutrientes (sobre todo grasas y proteínas), con el consiguiente riesgo de incurrir en algunas enfermedades de origen fundamentalmente nutricional como la obesidad, la hipertensión, la arteriosclerosis, la diabetes, etc. De todo ello se deduce que hay que controlar la cantidad y la variedad de los alimentos que comemos a diario. Los cuatro grandes elementos que componen la mayoría de los alimentos que suelen consumirse son las grasas, los hidratos de carbono, las proteínas y las vitaminas.
Ninguno de ellos es perjudicial en sí, siempre que se combinen de forma óptima para beneficio del organismo y que se evite el abuso o la carencia de cualquiera de ellos, o de todos.
Un poco de todo
Para alcanzar este objetivo no es necesario ser un experto en dietética o vivir calculando: en la mayoría de los casos basta con seguir ciertas normas elementales, conocer, aunque sea de forma superficial, la composición de los principales alimentos y obtener información sobre la forma más conveniente de conservarlos, cocinarlos y combinarlos entre sí para componer el menú o la dieta cotidiana. Puede decirse que el secreto para mantener el cuerpo en el estado más sano posible reside en mezclar de forma equilibrada los nutrientes esenciales y en comer con moderación. Ante todo, es necesario controlar el propio peso: por lo menos una vez a la semana conviene pesarse en una buena balanza a ser posible repitiendo la operación a la misma hora y en las mismas condiciones, por ejemplo: por la mañana, al levantarse.
Un aumento de peso, por mínimo que sea, es indicio de un exceso alimentario y una señal para disminuir las dosis de alimentos.
Cuando se observa un aumento de peso, la primera reacción es a menudo eliminar el pan y las pastas de las comidas, como si éstos fuesen los únicos alimentos que engordan. !Qué gran error! No existen alimentos que de por sí engorden o adelgacen. De la misma forma que no existe ni en estado natural ni transformado un alimento universal y completo que vaya bien en todas las situaciones y en cantidades incontroladas.
La mejor forma de satisfacer las exigencias del organismo consiste en recurrir a una amplia gama de alimentos y a su oportuna combinación. Dicha tarea puede resultar más fácil si se combinan los alimentos de la pirámide nutricional, para estar seguros de no incurrir en desequilibrios alimentarios. Basta con preparar el menú diario de forma que estén presentes todos los días uno o varios productos (frescos o conservados) de cada uno de los siete grupos.
Naturalmente, las opciones se realizarán tratando, en lo posible, de variar los elementos dentro de cada grupo y las combinaciones con los demás. Ello quiere decir que el típico filete deberá alternarse con otras carnes, como el pollo y carnes blancas, el cerdo, el pescado, etc., que a su vez deberán combinarse tanto con los cereales y sus derivados, como con las papas y las decenas de verduras que están a nuestra disposición. Si se sigue esta regla no será necesario integrar a la dieta vitaminas, proteínas u otros componentes, salvo las excepciones valoradas por el médico o el especialista.
Por último, cabe mencionar la distribución de las comidas, que deben ser cuatro: desayuno, almuerzo, merienda y cena, además, que no debe saltarse ninguna.
Tomado de: http://www.dietas.com/articulos/equilibrio-en-la-dieta-clave-de-una-correcta-alimentacion.asp
La tendencia a comer más de lo necesario, unida a la preferencia por ciertos tipos de alimentos, descuidando otros, se traduce en un desequilibrado aporte de energía y de nutrientes (sobre todo grasas y proteínas), con el consiguiente riesgo de incurrir en algunas enfermedades de origen fundamentalmente nutricional como la obesidad, la hipertensión, la arteriosclerosis, la diabetes, etc. De todo ello se deduce que hay que controlar la cantidad y la variedad de los alimentos que comemos a diario. Los cuatro grandes elementos que componen la mayoría de los alimentos que suelen consumirse son las grasas, los hidratos de carbono, las proteínas y las vitaminas.
Ninguno de ellos es perjudicial en sí, siempre que se combinen de forma óptima para beneficio del organismo y que se evite el abuso o la carencia de cualquiera de ellos, o de todos.
Un poco de todo
Para alcanzar este objetivo no es necesario ser un experto en dietética o vivir calculando: en la mayoría de los casos basta con seguir ciertas normas elementales, conocer, aunque sea de forma superficial, la composición de los principales alimentos y obtener información sobre la forma más conveniente de conservarlos, cocinarlos y combinarlos entre sí para componer el menú o la dieta cotidiana. Puede decirse que el secreto para mantener el cuerpo en el estado más sano posible reside en mezclar de forma equilibrada los nutrientes esenciales y en comer con moderación. Ante todo, es necesario controlar el propio peso: por lo menos una vez a la semana conviene pesarse en una buena balanza a ser posible repitiendo la operación a la misma hora y en las mismas condiciones, por ejemplo: por la mañana, al levantarse.
Un aumento de peso, por mínimo que sea, es indicio de un exceso alimentario y una señal para disminuir las dosis de alimentos.
Cuando se observa un aumento de peso, la primera reacción es a menudo eliminar el pan y las pastas de las comidas, como si éstos fuesen los únicos alimentos que engordan. !Qué gran error! No existen alimentos que de por sí engorden o adelgacen. De la misma forma que no existe ni en estado natural ni transformado un alimento universal y completo que vaya bien en todas las situaciones y en cantidades incontroladas.
La mejor forma de satisfacer las exigencias del organismo consiste en recurrir a una amplia gama de alimentos y a su oportuna combinación. Dicha tarea puede resultar más fácil si se combinan los alimentos de la pirámide nutricional, para estar seguros de no incurrir en desequilibrios alimentarios. Basta con preparar el menú diario de forma que estén presentes todos los días uno o varios productos (frescos o conservados) de cada uno de los siete grupos.
Naturalmente, las opciones se realizarán tratando, en lo posible, de variar los elementos dentro de cada grupo y las combinaciones con los demás. Ello quiere decir que el típico filete deberá alternarse con otras carnes, como el pollo y carnes blancas, el cerdo, el pescado, etc., que a su vez deberán combinarse tanto con los cereales y sus derivados, como con las papas y las decenas de verduras que están a nuestra disposición. Si se sigue esta regla no será necesario integrar a la dieta vitaminas, proteínas u otros componentes, salvo las excepciones valoradas por el médico o el especialista.
Por último, cabe mencionar la distribución de las comidas, que deben ser cuatro: desayuno, almuerzo, merienda y cena, además, que no debe saltarse ninguna.
Tomado de: http://www.dietas.com/articulos/equilibrio-en-la-dieta-clave-de-una-correcta-alimentacion.asp
sábado, 28 de abril de 2012
Cirugía para adelgazar???
Baros, del griego, significa "peso" e iatros, también del griego, significa "tratamiento o atención médica". La medicina y la cirugía bariátrica son entonces aquellas ramas de las ciencias médicas que se dedican a atender a las personas con problemas de peso, aunque se ha restringido el término a aquellos procedimientos quirúrgicos que se llevan a cabo con este fin.
La obesidad en todas sus forma es uno de los principales problemas que enfrenta la humanidad en la segunda mitad del siglo XX y lo que va del siglo XXI. Uno de los principales problemas que tenemos con el tratamiento de esta dolencia es que todavía no sabemos cuales son sus verdaderas causas.
Se dice siempre que la causa de la obesidad radica en un exceso de alimento ingerido por las personas en relación con la limitada cantidad de ejercicio físico y que es el estilo de vida sedentario que la tecnología emergente a partir del final de la segunda guerra mundial desarrolló en el llamado "mundo occidental".
Sin embargo, parece difícil de sustentar a esta como la única causa del exceso de peso, sobretodo cuando dicho exceso llega a valores masivos como los que vemos en personas que pesan el doble de lo normal o con excesos que superan los 50 a 100 kilos.
La obesidad en todas sus forma es uno de los principales problemas que enfrenta la humanidad en la segunda mitad del siglo XX y lo que va del siglo XXI. Uno de los principales problemas que tenemos con el tratamiento de esta dolencia es que todavía no sabemos cuales son sus verdaderas causas.
Se dice siempre que la causa de la obesidad radica en un exceso de alimento ingerido por las personas en relación con la limitada cantidad de ejercicio físico y que es el estilo de vida sedentario que la tecnología emergente a partir del final de la segunda guerra mundial desarrolló en el llamado "mundo occidental".
Sin embargo, parece difícil de sustentar a esta como la única causa del exceso de peso, sobretodo cuando dicho exceso llega a valores masivos como los que vemos en personas que pesan el doble de lo normal o con excesos que superan los 50 a 100 kilos.
sábado, 21 de abril de 2012
Chequeo a las grasas
Laura Tardón | Madrid
Actualizado jueves 22/09/2011 09:14 horas
Aceite de oliva en lugar de mantequilla, y mejor leche semi-desnatada que entera. Pequeñas modificaciones en la dieta diaria logran reducir las grasas saturadas y con ello el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares, hasta un 14%. Así lo desvela una revisión que ha analizado la evidencia científica que existe sobre el tema y en la que se han estudiado los datos de más de 62.000 personas.
El trabajo ha sido publicado en la revista 'Cochrane Collaboration', editada por una prestigiosa organización internacional dedicada a revisar sistemáticamente la literatura científica.
Para llegar a esta conclusión, un grupo de expertos de las universidades de Bristol y Durham (ambas en el Reino Unido) analizó las principales bases de datos médicas sobre el efecto que tiene la reducción o la modificación de las grasas totales, saturadas e insaturadas (poliinsaturadas y monoinsaturadas) en la mortalidad total, las muertes cardiovasculares, las enfermedades coronarias, los accidentes cerebrovasculares y el cáncer.
Ninguno de los estudios revisados, que incluían la participación de más de 62.000 personas, demostró tener algún tipo de influencia sobre los anteriores aspectos excepto en el riesgo de cardiopatía, que disminuía en un 14%. "De los trabajos revisados, aquellos en los que se redujo la grasa total no tuvieron ningún efecto sobre los eventos cardiovasculares. Sin embargo, sí se observaron menos problemas coronarios cuando se rebajaban las grasas saturadas", afirman los autores.
Efectivamente, asevera Pedro Mata, presidente de la Fundación de Hipercolesterolemia Familiar (FHF) y médico internista de la Fundación Jiménez Díaz de Madrid, "consumir menos grasas saturadas (procedentes de las carnes grasas o de la mantequilla, por ejemplo), bien a través de su reducción o sustituyéndolas por insaturadas (aceites vegetales excepto el de coco y el de palma), aminora el colesterol entre un 10%-15%, reduce la presión arterial, mejora la sensibilidad a la insulina y disminuye la susceptibilidad a la oxidación (el efecto contrario podría producir daño en el endotelio vascular, aumentar el envejecimiento y la tendencia a desarrollar tumores)".
Lo que importa es la calidad de la grasa, aseguran los expertos. Como recuerda la revisión, la dieta ideal debe contener un 30% de grasas. La proporción adecuada consiste en que de ese 30%, "menos del 9% sean saturadas, entre el 15% y el 20% monoinsaturadas (aceite de oliva) y menos del 7% polinsaturadas (aceites de pescado, de soja, girasol o maíz)", señala el doctor Mata.
No se trata de prohibir alimentos, aclara el especialista, sino de intentar "no tomar (o hacerlo sólo puntualmente) mantequilla ni quesos grasos, evitar carnes grasas, disminuir el consumo de embutidos y procurar no consumir precocinados ni grasas vegetales o de origen animal, muy presentes en la bollería industrial". Por el contrario, es recomendable el consumo de lácteos y derivados semidesnatados o desnatados, carnes magras y entre tres y cinco cucharadas de aceite de oliva virgen al día.
Dependiendo del país y de los alimentos disponibles, las recomendaciones serán distintas. En Inglaterra no tienen aceite de oliva sino de girasol y en países asiáticos aconsejan el aceite de soja. "Lo que ocurre en este último caso es que lo compensan porque no toman apenas alimentos de origen animal”, aclara el galeno. En España, la recomendación sería el aceite de oliva virgen, “que aparte de ser monoinsaturado, contiene antioxidantes".
¿Pero cuánto tiempo es necesario mantener una dieta adecuada para obtener los beneficios cardiosaludables? Después de recabar toda la información disponible, los investigadores observaron que el efecto protector de una dieta con grasas de calidad ejerce su papel a partir de los dos años de seguimiento. Precisamente, como la mayoría de los trabajos examinados eran de un promedio de estudio de seis meses, señala Pedro Mata, "para demostrar realmente el efecto de las grasas en la salud cardiovascular, la mortalidad y el desarrollo de cáncer, los estudios de la revisión deberían contar con un seguimiento de unos cinco o seis años".
Para llegar a esta conclusión, un grupo de expertos de las universidades de Bristol y Durham (ambas en el Reino Unido) analizó las principales bases de datos médicas sobre el efecto que tiene la reducción o la modificación de las grasas totales, saturadas e insaturadas (poliinsaturadas y monoinsaturadas) en la mortalidad total, las muertes cardiovasculares, las enfermedades coronarias, los accidentes cerebrovasculares y el cáncer.
Ninguno de los estudios revisados, que incluían la participación de más de 62.000 personas, demostró tener algún tipo de influencia sobre los anteriores aspectos excepto en el riesgo de cardiopatía, que disminuía en un 14%. "De los trabajos revisados, aquellos en los que se redujo la grasa total no tuvieron ningún efecto sobre los eventos cardiovasculares. Sin embargo, sí se observaron menos problemas coronarios cuando se rebajaban las grasas saturadas", afirman los autores.
Efectivamente, asevera Pedro Mata, presidente de la Fundación de Hipercolesterolemia Familiar (FHF) y médico internista de la Fundación Jiménez Díaz de Madrid, "consumir menos grasas saturadas (procedentes de las carnes grasas o de la mantequilla, por ejemplo), bien a través de su reducción o sustituyéndolas por insaturadas (aceites vegetales excepto el de coco y el de palma), aminora el colesterol entre un 10%-15%, reduce la presión arterial, mejora la sensibilidad a la insulina y disminuye la susceptibilidad a la oxidación (el efecto contrario podría producir daño en el endotelio vascular, aumentar el envejecimiento y la tendencia a desarrollar tumores)".
Lo que importa es la calidad de la grasa, aseguran los expertos. Como recuerda la revisión, la dieta ideal debe contener un 30% de grasas. La proporción adecuada consiste en que de ese 30%, "menos del 9% sean saturadas, entre el 15% y el 20% monoinsaturadas (aceite de oliva) y menos del 7% polinsaturadas (aceites de pescado, de soja, girasol o maíz)", señala el doctor Mata.
No se trata de prohibir alimentos, aclara el especialista, sino de intentar "no tomar (o hacerlo sólo puntualmente) mantequilla ni quesos grasos, evitar carnes grasas, disminuir el consumo de embutidos y procurar no consumir precocinados ni grasas vegetales o de origen animal, muy presentes en la bollería industrial". Por el contrario, es recomendable el consumo de lácteos y derivados semidesnatados o desnatados, carnes magras y entre tres y cinco cucharadas de aceite de oliva virgen al día.
Intereses industriales
Teniendo en cuenta que "los intereses de la industria de las grasas son tremendos, incluso más importantes que los de las farmacéuticas", es importante estar pendiente de los etiquetados que puedan llevar a confusión, como ocurre en aquellos alimentos que tienen ‘grasas vegetales’. Al contrario de lo que pueda parecer, no siempre son más saludables. De hecho, se pueden a estar refiriendo a aceites de coco o de palma, que son grandes aliados del colesterol.Dependiendo del país y de los alimentos disponibles, las recomendaciones serán distintas. En Inglaterra no tienen aceite de oliva sino de girasol y en países asiáticos aconsejan el aceite de soja. "Lo que ocurre en este último caso es que lo compensan porque no toman apenas alimentos de origen animal”, aclara el galeno. En España, la recomendación sería el aceite de oliva virgen, “que aparte de ser monoinsaturado, contiene antioxidantes".
¿Pero cuánto tiempo es necesario mantener una dieta adecuada para obtener los beneficios cardiosaludables? Después de recabar toda la información disponible, los investigadores observaron que el efecto protector de una dieta con grasas de calidad ejerce su papel a partir de los dos años de seguimiento. Precisamente, como la mayoría de los trabajos examinados eran de un promedio de estudio de seis meses, señala Pedro Mata, "para demostrar realmente el efecto de las grasas en la salud cardiovascular, la mortalidad y el desarrollo de cáncer, los estudios de la revisión deberían contar con un seguimiento de unos cinco o seis años".
sábado, 14 de abril de 2012
Cuatro décadas con la obesidad
Isabel F. Lantigua
MadridActualizado domingo 28/08/2011 08:09 horas
Si continúa la tendencia actual, en el año 2050 el 60% de las población será obesa
Ingerir 100 calorías menos cada día ayuda a perder peso sin problemas
MadridActualizado domingo 28/08/2011 08:09 horas
Uno de cada tres adultos en Estados Unidos es obeso. Uno de cada cuatro en el Reino Unido y Australia. Siete de cada 10 en Tonga (Polinesias). Las cifras varían según los países, pero casi ninguno se libra de esta epidemia de exceso de kilos. Ni siquiera los países de bajos ingresos, donde junto con personas que sufren desnutrición extrema hay otras que padecen enfermedades propias de la obesidad. Paradojas de un mundo globalizado. Un número especial de la revista 'The Lancet' analiza la situación presente y futura de esta amenaza para la salud.
Según recuerda el profesor Boyd Swinburn, del Centro de Prevención de la Obesidad de la Universidad Deakin (Melbourne, Australia) y colaborador de la Organización Mundial de la Salud (OMS), en los países ricos la epidemia de obesidad "comenzó en la década de los 70 y principios de los 80, cuando la gente empezó a gastar más en comida y, por tanto, a consumir más".
En los países de medianos y bajos ingresos comenzó más tarde pero se propagó más rápido. La llegada de la llamada 'comida basura', más barata que los productos sanos, es uno de los factores clave para explicar los kilos demás. Pero no el único. "Influyen también aspectos ambientales, genéticos y de comportamiento", reconoce Swinburn, para quien, hasta el momento "ningún país puede considerarse un ejemplo a seguir por sus éxitos a la hora de reducir la obesidad de su población".
En la actualidad se calcula que 1.500 millones de adultos tienen serios problemas de peso, a los que se suman 170 millones de niños. Esta epidemia es responsable de entre el 2% y el 6% del gasto sanitario de los países, ya que aumenta el riesgo de padecer distintas enfermedades, como diabetes o trastornos coronarios. Los expertos alertan de que si continúa la tendencia actual, la situación será insostenible dentro de 20 años.
Así lo estiman Claire Wang, de la Universidad de Columbia (Nueva York, EEUU) y Klim McPherson, de la Universidad de Oxford (Reino Unido), en otro de los estudios. Sus países son los lugares desarrollados con las tasas más altas de obesidad, con 99 milllones de obesos en EEUU y 15 millones en Reino Unido.
Para 2030, si nada cambia, las cifras aumentarán hasta los 165 millones y los 26 millones, respectivamente. El nuevo número supone que se tendrá que lidiar con 7,8 millones de casos nuevos de diabetes, 6,8 millones extra de enfermos coronarios y 539.000 casos nuevos de cáncer en EEUU. Para el Reino Unido, serán 668.000 casos extra de diabetes, 461.000 de enfermedades cardiacas y 130.000 tumores.
Para Steven L Gortmaker, de la Escuela de Salud Pública de Boston (EEUU) "las intervenciones para revertir esta epidemia tienen que liderarlas los gobiernos, aunque cuenten con la colaboración de ONG, la sociedad civil y otras instituciones". Según explica, "las acciones prioritarias y más eficaces pasan por prohibir la publicidad de refrescos y fast-food dirigida a los niños y por gravar con más impuestos a estos productos". Asimismo indica que las autoridades "deberían fomentar la práctica de ejercicio físico y facilitar las instalaciones para tal fin".
Sólo han tenido en cuenta el número de calorias ingeridas pero no así los cambios que se irían produciendo en el metabolismo, "por lo que generaban expectativas poco realistas en los obesos, que pensaban que iban a perder kilos muy rápido", cuenta el doctor Kevin Hall. Para este experto no es necesario hacer grandes esfuerzos ni dietas estrictas. Basta con "reducir el consumo de 100 calorías diarias para perder peso de forma considerable y sostenida en el tiempo".
"Por ejemplo, sólo con quitarnos la chocolatina diaria o el bollo de la merienda nos haría perder 11 kilos en tres años casi sin darnos cuenta", explica. Pero si nadie se toma en serio el problema, para el 2050, el 60% de los hombres y el 50% de las mujeres serán obesos. Dejando al margen al tabaco, la obesidad es la principal causa prevenible de enfermedades en muchos países.
Según recuerda el profesor Boyd Swinburn, del Centro de Prevención de la Obesidad de la Universidad Deakin (Melbourne, Australia) y colaborador de la Organización Mundial de la Salud (OMS), en los países ricos la epidemia de obesidad "comenzó en la década de los 70 y principios de los 80, cuando la gente empezó a gastar más en comida y, por tanto, a consumir más".
En los países de medianos y bajos ingresos comenzó más tarde pero se propagó más rápido. La llegada de la llamada 'comida basura', más barata que los productos sanos, es uno de los factores clave para explicar los kilos demás. Pero no el único. "Influyen también aspectos ambientales, genéticos y de comportamiento", reconoce Swinburn, para quien, hasta el momento "ningún país puede considerarse un ejemplo a seguir por sus éxitos a la hora de reducir la obesidad de su población".
En la actualidad se calcula que 1.500 millones de adultos tienen serios problemas de peso, a los que se suman 170 millones de niños. Esta epidemia es responsable de entre el 2% y el 6% del gasto sanitario de los países, ya que aumenta el riesgo de padecer distintas enfermedades, como diabetes o trastornos coronarios. Los expertos alertan de que si continúa la tendencia actual, la situación será insostenible dentro de 20 años.
Así lo estiman Claire Wang, de la Universidad de Columbia (Nueva York, EEUU) y Klim McPherson, de la Universidad de Oxford (Reino Unido), en otro de los estudios. Sus países son los lugares desarrollados con las tasas más altas de obesidad, con 99 milllones de obesos en EEUU y 15 millones en Reino Unido.
Para 2030, si nada cambia, las cifras aumentarán hasta los 165 millones y los 26 millones, respectivamente. El nuevo número supone que se tendrá que lidiar con 7,8 millones de casos nuevos de diabetes, 6,8 millones extra de enfermos coronarios y 539.000 casos nuevos de cáncer en EEUU. Para el Reino Unido, serán 668.000 casos extra de diabetes, 461.000 de enfermedades cardiacas y 130.000 tumores.
Para Steven L Gortmaker, de la Escuela de Salud Pública de Boston (EEUU) "las intervenciones para revertir esta epidemia tienen que liderarlas los gobiernos, aunque cuenten con la colaboración de ONG, la sociedad civil y otras instituciones". Según explica, "las acciones prioritarias y más eficaces pasan por prohibir la publicidad de refrescos y fast-food dirigida a los niños y por gravar con más impuestos a estos productos". Asimismo indica que las autoridades "deberían fomentar la práctica de ejercicio físico y facilitar las instalaciones para tal fin".
Dietas irreales
Expertos del Instituto Nacional de Diabetes y de Enfermedades Digestivas de los Institutos Nacionales de Salud (NIH) de EEUU consideran que durante décadas los médicos y nutricionistas se han basado en una premisa incorrecta para desarrollar sus programas de adelgazamiento.Sólo han tenido en cuenta el número de calorias ingeridas pero no así los cambios que se irían produciendo en el metabolismo, "por lo que generaban expectativas poco realistas en los obesos, que pensaban que iban a perder kilos muy rápido", cuenta el doctor Kevin Hall. Para este experto no es necesario hacer grandes esfuerzos ni dietas estrictas. Basta con "reducir el consumo de 100 calorías diarias para perder peso de forma considerable y sostenida en el tiempo".
"Por ejemplo, sólo con quitarnos la chocolatina diaria o el bollo de la merienda nos haría perder 11 kilos en tres años casi sin darnos cuenta", explica. Pero si nadie se toma en serio el problema, para el 2050, el 60% de los hombres y el 50% de las mujeres serán obesos. Dejando al margen al tabaco, la obesidad es la principal causa prevenible de enfermedades en muchos países.
sábado, 7 de abril de 2012
Técnicas Bariátricas Usuales: Plicatura.
IntraObes es pionera en España en el ámbito de la investigación y el tratamiento de la obesidad. Su equipo quirúrgico y de investigación, siempre a la búsqueda de nuevas y más eficaces técnicas, ha realizado en "primera persona" la primera intervención exitosa en España de éstas características.
Esta cirugía consiste en hacer un estómago más pequeño sin cortarlo ni graparlo (a diferencia de lo que se hace en la gastrectomía tubular, vertical o manga donde el estómago se grapa y corta). La técnica consiste en crear un pliegue hacia la luz interior del estómago siguiendo la curvatura menor. De este modo reducimos su capacidad sin cortarlo.
Se hace utilizando una sutura no absorbible. Por tanto el estómago, no se corta, no se grapa y no se quita. La probabilidad de sangrado y fuga postoperatoria es mucho menor. Además el procedimiento es reversible.
El efecto final esperado es un estómago con capacidad reducida por lo que el paciente siente una saciedad precoz.
Con esta técnica los resultados a corto plazo son muy buenos, pues la pérdida de peso ha sido similar a la conseguida con la manga gástrica.
Al igual que el resto de cirugías bariátricas se realiza por laparoscopia.
Video Real:
Tomado de: http://intraobes.com/plicatura_gastrica.html
Esta cirugía consiste en hacer un estómago más pequeño sin cortarlo ni graparlo (a diferencia de lo que se hace en la gastrectomía tubular, vertical o manga donde el estómago se grapa y corta). La técnica consiste en crear un pliegue hacia la luz interior del estómago siguiendo la curvatura menor. De este modo reducimos su capacidad sin cortarlo.
Se hace utilizando una sutura no absorbible. Por tanto el estómago, no se corta, no se grapa y no se quita. La probabilidad de sangrado y fuga postoperatoria es mucho menor. Además el procedimiento es reversible.
El efecto final esperado es un estómago con capacidad reducida por lo que el paciente siente una saciedad precoz.
Con esta técnica los resultados a corto plazo son muy buenos, pues la pérdida de peso ha sido similar a la conseguida con la manga gástrica.
Al igual que el resto de cirugías bariátricas se realiza por laparoscopia.
Video Real:
Tomado de: http://intraobes.com/plicatura_gastrica.html
sábado, 31 de marzo de 2012
Técnicas Bariátricas Usuales: El Bypass.
El BYPASS GASTRICO, es considerado por la American Society for Bariatric Surgery (ASBS) y por los National Institutes of Health (NIH) de los USA como el estándar oro de las cirugías para la pérdida de peso, frente al que hay que comparar el resto de técnicas.
Este procedimiento puede ser realizado por vía abierta o laparoscópica, sin embargo la vía laparoscópica ofrece todos los beneficios de la cirugía mínimamente invasiva, es decir, menos dolor y rápida recuperación. Además, la gran ventaja de la laparoscopia para la obesidad es la de una drástica disminución de las tasas de hernia incisional (hasta 20% en cirugía abierta) y bajo índice de infecciones de la herida operatoria (hasta un 17% en cirugía abierta).
Nosotros ofrecemos este procedimiento por vía laparoscópica.
Su gran inconveniente es la mortalidad del 1-3% asociada a la técnica, que no consiguen rebajar ni siquiera los mejores centros del mundo.
De hecho, la Asociación Americana de Cirugía de Obesidad (ASBS) acredita como centros de excelencia aquellos con una mortalidad inferior al 1% en BYPASS.
Por ello, en España, que tenemos una experiencia muchísimo menor en número que la de los americanos, ciframos la mortalidad en 1-3 %. Creemos que es una expectativa más real.
Video Simulación:
Video Real:
Tomado de: http://intraobes.com/bypass%20gastrico/bypass%20gastrico.html
Se considera el mejor procedimiento para la pérdida del exceso de peso y para el control del mismo a largo plazo, debido a que ha sido el que se ha probado durante más tiempo (40 años, frente a los 21 del TUBO GASTRICO ).
Esta es la cirugía bariátrica más realizada en España en el Sistema Público de Salud, aunque en la medicina privada española la técnica más realizada en número ya es el TUBO GASTRICA. El BYPASS es la segunda técnica más realizada en todo el mundo, tras el TUBO GASTRICO, que se hace al menos 4-5 veces más en el resto del mundo, incluido en los USA. El BYPASS GASTRICO es una técnica quirúrgica mixta, que se beneficia de la restricción gástrica por medio de una sección del estómago a lo largo de la curvatura menor del mismo, lo que permite que el paciente se sienta satisfecho con menos cantidad de comida y, al mismo tiempo, se beneficia de la mala absorción intestinal asociando una derivación de los alimentos para que éstos no pasen por las primeras asas intestinales y se produzca una menor absorción de nutrientes y calorías. De esta forma, los mecanismos del adelgazamiento son más eficaces y se perpetúan en el tiempo, manteniendo a los pacientes en la situación más próxima posible a su peso normal.
Entre sus principales ventajas, produce una pérdida de peso inicial rápida, es posible realizarla como un procedimiento mínimamente invasivo y presenta un promedio de pérdida de peso total algo mayor que con BANDA o TUBULIZACION. Puede causar algunas complicaciones médicas debido a deficiencias nutricionales si no se tiene un seguimiento adecuado y presenta un mayor índice de complicaciones quirúrgicas y mortalidad que con la cirugía de TUBO GASTRICO.
Entre sus principales ventajas, produce una pérdida de peso inicial rápida, es posible realizarla como un procedimiento mínimamente invasivo y presenta un promedio de pérdida de peso total algo mayor que con BANDA o TUBULIZACION. Puede causar algunas complicaciones médicas debido a deficiencias nutricionales si no se tiene un seguimiento adecuado y presenta un mayor índice de complicaciones quirúrgicas y mortalidad que con la cirugía de TUBO GASTRICO.
Este procedimiento puede ser realizado por vía abierta o laparoscópica, sin embargo la vía laparoscópica ofrece todos los beneficios de la cirugía mínimamente invasiva, es decir, menos dolor y rápida recuperación. Además, la gran ventaja de la laparoscopia para la obesidad es la de una drástica disminución de las tasas de hernia incisional (hasta 20% en cirugía abierta) y bajo índice de infecciones de la herida operatoria (hasta un 17% en cirugía abierta).
Nosotros ofrecemos este procedimiento por vía laparoscópica.
Su gran inconveniente es la mortalidad del 1-3% asociada a la técnica, que no consiguen rebajar ni siquiera los mejores centros del mundo.
De hecho, la Asociación Americana de Cirugía de Obesidad (ASBS) acredita como centros de excelencia aquellos con una mortalidad inferior al 1% en BYPASS.
Por ello, en España, que tenemos una experiencia muchísimo menor en número que la de los americanos, ciframos la mortalidad en 1-3 %. Creemos que es una expectativa más real.
Video Simulación:
Video Real:
Tomado de: http://intraobes.com/bypass%20gastrico/bypass%20gastrico.html
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