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sábado, 29 de mayo de 2010

Riesgos y Beneficios de la Cirugía Bariátrica.

La semana ha transcurrido sin variaciones apreciables de peso (no es que "siga en mis trece"... pero si sigo en mis 69,6 kiletes)... eso si, con mucho trabajo, me refiero al trabajo laboral, valga la redundancia, porque mantener el peso esta semana no me ha costado trabajo, y aparte del trabajo, una marcada "urgencia" que cada día se acentúa de manera exponencial de que acaben de llegar las vacaciones... que estarán aquí a la vuelta de quince días... Cualquier día de estos os sorprendo contándoles los proyectos...
Mucho se dice y más se especula en torno a los diferentes tipos de Cirugía Bariátrica, sus ventajas, sus inconvenientes, sus "pro", sus "contras", los riesgos que entraña, los cuidados que deben tenerse, las precauciones... el siguiente artículo intenta aclarar algunas de estas dudas, y de forma general creo que lo logra... mirar a ver que os parece.
Riesgos y beneficios de la cirugía bariátrica
Todo lo que debes saber sobre la cirugía bariátrica antes de tomar una decisión
Beneficios de la cirugía bariátrica
Pérdida de peso. Inmediatamente después de la cirugía, los pacientes pierden peso en forma rápida, y continúan haciéndolo hasta entre 18 y 24 meses después de la operación. Aunque la mayoría de los pacientes comienzan a ganar algo del peso perdido, pocos son los que vuelven a engordar en forma considerable.
Las patologías relacionadas a la obesidad mejoran. Por ejemplo, un estudio reveló que los niveles de azúcar en sangre de la mayoría de los pacientes obesos con diabetes vuelven a la normalidad después de la cirugía. Casi todos los pacientes cuyos niveles de azúcar no volvieron a la normalidad eran mayores o ya hacía mucho tiempo que padecían diabetes.
Riesgos y reacciones adversas de la cirugía bariátrica
Vómitos:
éste es un riesgo común de la cirugía restrictiva ocasionado cuando el pequeño estómago es llenado en exceso con alimentos mal masticados.

Síndrome de “Dumping”: Entre el 20-40% de los pacientes sometidos a cirugía gástrica presentan "Síndrome de Dumping" inmediatamente después de la cirugía, y los síntomas suelen remitir con el tiempo en la mayoría de los casos. Se caracteriza por molestias intestinales en pacientes intervenidos con cirugía malabsortiva, que se dan como consecuencia de un rápido vaciamiento gástrico. Es decir, la comida pasa muy rápido del estómago al intestino, generando náuseas, debilidad, sudoración, desvanecimiento, y, ocasionalmente, diarrea después de comer.
Deficiencias nutricionales: Los pacientes intervenidos con este tipo de cirugías pueden desarrollar deficiencias nutricionales como anemia, osteoporosis, y enfermedad metabólica ósea. Estas deficiencias pueden evitarse si se mantienen una ingesta adecuada de vitaminas y minerales.

Complicaciones:
Algunos pacientes requieren de operaciones posteriores para corregir complicaciones. Al decir complicaciones hablamos de hernias abdominales, infecciones, y estiramiento de las salidas estomacales (cuando el estómago intenta volver a su tamaño original).
Cálculos biliares: Más de 1/3 de los pacientes obesos que tienen cirugía gástrica desarrollan cálculos biliares. Éstos son formaciones cristalinas de colesterol o, en casos raros, de sales biliares, que se forman en la vesícula. Durante la rápida pérdida de peso, el riesgo de que una persona desarrolle cálculos se incrementa. No obstante, estos pueden prevenirse mediante la prescripción de sales biliares suplementarias durante los seis primeros meses después de la cirugía.
Necesidad de evitar el embarazo temporalmente: Las mujeres en edad de ser madres deberían evitar el embarazo hasta que su peso se haya estabilizado. La pérdida de peso veloz y las deficiencias nutricionales pueden dañar al feto en desarrollo.
Efectos secundarios: Náuseas, vómitos, hinchazón, sudoración excesiva, incremento de gases, y mareos.
Cambios en el estilo de vida: Los pacientes con by pass extensivo del proceso digestivo normal no sólo requieren de monitoreos constantes, sino que deben adoptar una dieta específica, realizar ejercicios, y consumir suplementos de vitaminas y minerales de por vida.
¿Soy un candidato?
Si tienes un índice de masa corporal (IMC) de 40 o más —lo que representa, aproximadamente, 45 kilos de sobrepeso en los hombres y 35 en las mujeres— eres considerado un obeso severo y, en consecuencia, eres candidato a la cirugía.
La cirugía, asimismo, será una opción para aquellas personas con un IMC entre 35 y 40 que sufran de problemas relacionados a la obesidad, por ejemplo, severas apneas de sueño, enfermedad cardíaca relacionada a la obesidad, o diabetes.
Para estas personas, el riesgo de no operarse es mayor al que representan las posibles complicaciones que implica someterse a la intervención.

Ten en cuenta que, al igual que en otros tratamientos para la obesidad, los resultados pueden ser diversos. En muchos casos, los pacientes deben dar pruebas de sus fallidos intentos de bajar de peso a través de métodos dietarios, antes de ser aprobados para la cirugía.
Asimismo, podría ser necesaria una evaluación psicológica para determinar tu potencial respuesta a la pérdida de peso y al cambio en tu imagen corporal.
La mayoría de los cirujanos piden a sus pacientes que les demuestren seria motivación y claro entendimiento de los procedimientos dietarios y médicos que deberán seguir por el resto de sus vidas después de la operación.
Por otra parte, se efectúan estudios para evaluar la salud del corazón y de los sistemas hormonales. El consejo nutricional es también imprescindible antes y después de la cirugía.
Para los pacientes que permanecen obesos después de haber realizado intentos por adelgazar no quirúrgicos, o para aquellos que tienen una enfermedad relacionada a la obesidad, la cirugía puede ser una opción de tratamiento adecuada.
Sin embargo, para la mayoría de los pacientes lo más apropiado serán los cambios en los hábitos alimenticios, en el estilo de vida, y un incremento de la actividad física.
Las preguntas que verás a continuación pueden ayudarte a decidir si la cirugía de pérdida de peso es lo que quieres:
¿Has intentado perder peso mediante los métodos convencionales de pérdida de peso: clases grupales, planes alimentarios controlados, ejercicio, etcétera?
¿Estás bien informado sobre los procedimientos quirúrgicos y los efectos del tratamiento?
¿Estás decidido a perder peso y mejorar tu salud?
¿Estás al tanto de cómo podría cambiar tu vida después de la operación (ajustes a los efectos secundarios, incluyendo cambios radicales en los hábitos alimentarios)?
¿Eres consciente de la posibilidad de complicaciones serias a partir del procedimiento, de las restricciones alimenticias asociadas, y de la ligera posibilidad de que la intervención no te ayude a perder peso?
¿Estás dispuesto a un seguimiento médico de por vida?

sábado, 22 de mayo de 2010

Aspectos psiquiátricos relacionados con la cirugía bariátrica

Rev. Chilena de Cirugía. Vol 58 - Nº 6, Diciembre 2006; págs. 481-485
ARTÍCULO DE REVISIÓN
Aspectos psiquiátricos relacionados con la cirugía bariátrica*
Dr. Francisco Bustamante 1, Dra.Catalina Williams 1, Sr. Eduardo Vega 2, Sr.Benjamín Prieto 2. (1) Escuela de Medicina.  (2) Alumnos de Medicina.
Facultad de Medicina, Universidad de los Andes. Santiago. Chile.
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Introducción
La obesidad mórbida es una enfermedad prevalente a nivel nacional y mundial, siendo responsable de una serie de complicaciones médicas, como la diabetes tipo II, la hiperlipidemia, el síndrome de apnea obstructiva y algunas neoplasias.
Ciertas enfermedades psiquiátricas son factores de riesgo de obesidad, como por ejemplo, la bulimia y los cuadros ansiosos. A su vez, la obesidad es un factor predisponente de trastornos psiquiátricos como la depresión.
Por este motivo no se debe considerar la obesidad mórbida solo como una enfermedad física, sino también mental, y asegurar un tratamiento que abarque ambos aspectos. Cuando el tratamiento médico ha fracasado, y existen indicaciones para realizar cirugía bariátrica, se deberá tener en cuenta una adecuada vigilancia psiquiátrica del paciente en el pre y postoperatorio, para facilitar el éxito del tratamiento a largo plazo. El enfoque multidisciplinario en la cirugía bariátrica es la clave para el éxito, y de acuerdo a los datos conocidos, un psiquiatra y un psicólogo deberían estar incorporados al equipo terapéutico.
La obesidad es una enfermedad crónica definida como un aumento de la cantidad total de grasa corporal. Su prevalencia se encuentra en aumento en la sociedad contemporánea1, implicando un gran impacto médico, psicológico y económico. Sus causas son múltiples y no han podido ser totalmente clarificadas. Se han postulado factores predisponentes tales como la pérdida de homeostasis del sistema neuroendocrino y alteraciones de algunos genes que intervendrían en el metabolismo, los cuales junto a la influencia de aspectos ambientales y culturales, desencadenarían la enfermedad2.
El objetivo de nuestro trabajo es revisar la relación existente entre obesidad, trastornos psiquiátricos y cirugía bariátrica; es decir cuáles son los factores psíquicos que predisponen a la obesidad, qué trastornos psiquiátricos se derivan de ella convirtiéndola en una enfermedad crónica y qué condiciona el éxito del tratamiento de estos enfermos.
Epidemiología de la obesidad
Las cifras indican que alrededor del 66% de los norteamericanos tiene sobrepeso y dentro de estos el 50% son obesos3. Wolf y cols.4 en su estudio del costo de la obesidad concluye que Estados Unidos gasta alrededor de $ 45.8 billones de dólares en esta enfermedad y sus costos indirectos estimados son de $23 billones de dólares.
En nuestro país, según un estudio realizado recientemente5, el 38% de la población chilena sufre de sobrepeso, el 22% de obesidad, y el 1,3% de obesidad mórbida, siendo esta última, dos veces más frecuente en mujeres.
La obesidad es una enfermedad que presenta comorbilidades frecuentes tales como diabetes mellitus tipo II, hiperlipidemia, hipertensión arterial, apnea obstructiva del sueño, enfermedad cardiovascular, enfermedades articulares degenerativas, algunas neoplasias, depresión mayor y asma bronquial, entre otras, según datos aportados por Bunchwald6. Fontaine, por otra parte, calcula la disminución de la expectativa de vida de 12 años, en el obeso mórbido de 25 años de edad7.
Aspectos de la psicología de la obesidad
En la década de los años 50, se describió la obesidad como un trastorno mental. Sin embargo, en la actualidad sabemos que las causas psicológicas no explican completamente el desarrollo de esta enfermedad. Sólo se han podido identificar algunas conductas psicopatológicas como:
1. La sobreingesta de alimentos mediante atracones, el llamado Binge Eating Disorder (BED) o trastorno por atracón, para disminuir al ansiedad.
2. Una casi exclusiva demostración de afecto de los padres a los hijos durante la infancia, a través de alimentos 8.
Actualmente las causas psicológicas de la obesidad siguen poco claras y estas no han podido ser clasificadas dentro de la Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE-10) de la Organización Mundial de la Salud, ni en la Asociación Psiquiátrica Americana (DSM-IV-TR)9.
Se sabe que el aspecto psicosocial de la obesidad está determinado por la interacción de la persona con su ambiente sociocultural. El ambiente y sus integrantes tempranamente discriminan y emiten juicios contra los obesos, con adjetivos como flojo, feo y sucio, según datos aportados por Wadden el año 200110. El mismo autor confirma además, que las mujeres son más susceptibles de desarrollar alteraciones del ánimo y que mientras más grave sea el cuadro depresivo asociado a BED, mayor será la obesidad. La mayoría de los estudios epidemiológicos señalan que los obesos tienen una peor calidad de vida, alteración de su imagen corporal, antecedente de abuso sexual en la infancia y una mayor frecuencia de trastornos de alimentación.
El BED es el más prevalente de estos trastornos y se observa aproximadamente entre un 19% y un 33%11-13 de los obesos que acuden a cirugía, seguido por la bulimia nerviosa en un 1,6%14. La investigación de Glinski11 confirma y complementa lo anterior. En su estudio evaluaron a 115 pacientes obesos mórbidos que serían sometidos a cirugía de by-pass gástrico. El 59% sufría de algún trastorno psiquiátrico, siendo los más frecuentes los trastornos de personalidad en un 36%, las alteraciones del ánimo en un 19%, y trastornos de ansiedad en un 17%. Además estos pacientes tendían a ser negadores, impulsivos, somatizadores, presentaban dificultad para modular sus afectos y pensamiento dicotómico (todo o nada), junto a conductas autodestructivas y baja autoestima.
Black15, buscando comorbilidad psiquiátrica en pacientes sometidos a cirugía bariátrica, constataron trastornos de personalidad en el 56% de los pacientes, siendo los trastornos tipo cluster A (trastornos esquizotípico, esquizoide y paranoide) los más frecuentes con un 49%, luego los cluster B (limítrofe, histriónico, disocial y narcisista) con un 29% y finalmente un 5% para el cluster C (dependiente, obsesivo-compulsivo y agresivo-pasivo). Weil señaló que los obesos tendrían mayor prevalencia de psicopatologías 78%, especialmente trastornos psiquiátricos y de personalidad comparados con los no-obesos.
Si bien ambos trabajos son estudios en poblaciones pequeñas es posible plantear que los pacientes con obesidad mórbida presentan una elevada comorbilidad psiquiátrica.
Beneficios médicos
Como ya hemos mencionado la obesidad mórbida es base de numerosas comorbilidades que afectan toda la economía de nuestro organismo. Hall17 revisa los resultados postoperatorios de cuatro tipos de comorbilidades: diabetes tipo II, hiperlipidemia, hipertensión y apnea obstructiva del sueño, luego de una cirugía de by-pass gástrico. La diabetes tipo II, presente en un 15,3% de los pacientes obesos, no fue detectada en el período postoperatorio. De la misma forma la hiperlipidemia, presente en un 35,6% en el preoperatorio, resolviéndose en el 93,6% de los casos. La hipertensión arterial, presente en el 35,4% es controlada en el 75,4% de los pacientes. Estos resultados son concordantes con los resultados de Nguyen18.
Aspectos psiquiátricos
Clark y su equipo demostraron que la disminución de peso después del tratamiento quirúrgico dependía de varios factores, entre ellos, del estado psiquiátrico del paciente. Observaron que los pacientes con enfermedad psiquiátrica atendidos en forma adecuada previamente a la cirugía, lograron disminuir significativamente el peso, en comparación al grupo que no recibió esta atención. Asimismo observaron que el tratamiento psiquiátrico preoperatorio disminuyó la tasa de hospitalizaciones postoperatorias19.
Algunos autores afirman que la patología psiquiátrica previa no influiría sobre el pronóstico, siempre y cuando el paciente reciba un adecuado tratamiento psiquiátrico antes de la cirugía y una estricta vigilancia psiquiátrica postoperatoria10,20,21. Se ha visto que sería útil la psicoterapia en el pre y postoperatorio, ya que promueve una mayor estabilidad psicológica del paciente y le ayuda a mantener el peso perdido22,23.
La relación entre BED y la cirugía bariátrica es todavía incierta. Existen casos en que este desaparece en el seguimiento a los cuatro meses24, o a los dos años12,25. Muchos de los pacientes si bien no cumplen con los criterios de BED post cirugía, presentan abuso de laxantes e inducción de vómitos repetidas 33%20.
Hsu y cols. refieren que este síndrome disminuye por el Síndrome de Dumping12. Éste impide la ingesta de comida en grandes cantidades, como ocurre en el BED, al producir desagradables manifestaciones autonómicas y gastrointestinales. Con el tiempo el tubo digestivo comenzará a adaptarse, permitiendo la ingesta de mayor volumen de comida por lo que volverá a aparecer el BED, disminuyendo a su vez el dumping. Esto ocurre aproximadamente entre los 18 y 24 meses, lo que conlleva una menor disminución de peso post cirugía, en comparación a los pacientes no-BED26. Por este motivo es importante el diagnóstico precoz del BED, y su tratamiento con antidepresivos y psicoterapia8,27, además de un seguimiento psiquiátrico postoperatorio.
La pérdida de peso gracias a la cirugía bariátrica en pacientes obesos mórbidos tiene consecuencias psicosociales favorables. Estos pacientes mejoran los índices de calidad de vida casi inmediatamente, con un aumento del índice de salud global y una mejor adaptación social. La duración y frecuencia de la ansiedad, depresión o enojo también disminuye10,26. La distorsión de la imagen corporal presente en el 70% de los pacientes previo cirugía bariátrica se reduce al 4% en el postoperatorio26.
A pesar de estos alentadores resultados, no se debe olvidar que los pacientes obesos mórbidos son más vulnerables a desarrollar trastornos psiquiátricos, especialmente depresión. Ryden en su estudio sobre secuelas psicológicas de los trastornos metabólicos y clínicos observa que el 40% de los pacientes sin historia de trastornos del ánimo previo cirugía bariátrica, los presenta en el postoperatorio28. Otros estudios14,25, señalan cifras menores al 16%.
Cabe destacar finalmente que una de las complicaciones de la cirugía bariátrica a largo plazo es el suicidio con un porcentaje entre 8,8% y 37,5%12.
Recomendaciones
Los tratamientos quirúrgicos para obesidad mórbida parecen tener buenos resultados. Sin embargo la cirugía es sólo una parte de un largo proceso multidisciplinario, que no trata la causa de la obesidad; sólo disminuye la ingesta de comida a través del síndrome de dumping, restricción gástrica y malabsorción. Por esto debemos tener presente que "la cirugía no es el final del tratamiento sino sólo una etapa del tratamiento contra la obesidad morbida"29.
El tratamiento adecuado debe considerar estrategias para controlar los factores que gobiernan la ingesta de comida. Estos son: conducta alimentaria, funcionamiento psicosocial y metabolismo. El tratamiento quirúrgico incluye por estas razones además de la cirugía, apoyo nutricional, médico, psicológico y psiquiátrico, entre otros.
Pensamos que los cambios psicosociales a corto plazo que experimentan los pacientes bariátricos son un terreno propicio para educar de nuevo la conducta alimentaria, potenciando de esta forma los resultados a largo plazo de la cirugía. Esta educación deberá ser dirigida por especialistas del ámbito psiquiátrico30.
Tabla 1
INDICACIONES QUIRÚRGICAS DE LA OBESIDAD
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Tienen indicación quirúrgica las personas obesas o con sobrepeso que cumplan al menos uno de los siguientes requisitos según la International Federation for Surgery of Obesity1
1. El paciente debe tener o haber tenido un IMC (Índice de Masa Corporal) de 40 kg/m2 o superior, o tener 45 kg o más por sobre el peso ideal acordado por la tabla regional de peso y talla o su equivalente en los diferentes países.
2. Si el paciente tiene un IMC entre 35 y 40, deberá presentar enfermedades médicas, psicológicas o de otro tipo que sean asociadas a la obesidad. Los beneficios esperados de la cirugía, deben ser mayores a los riesgos que ésta conlleva.
Fobi y cols.34 agregan:
3. Tener un IMC mayor a 32 sin enfermedades asociadas, pero con consecuencias psicológicas, sociales o económicas que afecten su calidad de vida, actividades diarias o trabajo.
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La cirugía bariátrica, significa un cambio importante en la vida del paciente. Es labor del cirujano y su equipo multidisciplinario lograr que el paciente tenga expectativas realistas, entienda los riesgos de la cirugía y posteriores cambios en el estilo de vida que deberá realizar31. En caso de no lograr acuerdos satisfactorios, debe considerarse como contraindicación para someterse a este tipo de cirugía, ya que la cirugía bariátrica requiere estabilidad psicológica32. El paciente debe ser capaz de evaluar, entender y cooperar con los procedimientos requeridos tanto en el pre como en el postoperatorio.
Las contraindicaciones psicológicas relativas para cirugía bariátrica son enfermedades psiquiátricas tales como depresión mayor, bulimia nerviosa; el abuso de sustancias tales como cocaína, anfetamina, morfina, o alcohol. En estos casos es recomendable tanto para el éxito de la cirugía (pérdida de peso), como por la salud mental de estos pacientes, recibir un tratamiento previo y un seguimiento estricto en el postoperatorio. Con respecto a las contraindicaciones absolutas, estas son todas las enfermedades psiquiátricas que impidan cooperar y entender en forma global el tratamiento, tales como el trastorno de personalidad limítrofe, la esquizofrenia, o cualquier enfermedad psicótica crónica, y pacientes con abuso o dependencia de alcohol y drogas33.
El enfoque multidisciplinario en la cirugía bariátrica es la clave para el éxito del tratamiento y según los datos que hemos recopilado, un psiquiatra y un psicólogo deben estar incorporados al equipo terapéutico.
La cirugía bariátrica es una oportunidad para que cirujanos y psiquiatras trabajen en conjunto obteniendo mejores resultados quirúrgicos y psicológicos en estos pacientes.
Correspondencia: Dr. Francisco Bustamante V.
Av. San Carlos de Apoquindo 2200. Santiago, Chile
email: fbustam@vtr.net
*Recibido 28 de Diciembre de 2005 y aceptado para publicación el 22 de mayo de 2006.

Es que hablando de cosas serias ni me acuerdo de mi..., que no he puesto nada de como me va desde hace tres o cuatro semanas... aquí os dejo la regleta, que se explica por si sola... aunque me mola decir que volví a los 69... numero porno donde los haya...

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sábado, 15 de mayo de 2010

Mi Experiencia

Esta semana que termina he estado fuera y "apartado" de Internet, por lo que a mi regreso ayer tarde me quedé sorprendido de la polémica creada por el artículo de mi Post anterior... tanto, que he decidido comentar un poco mi experiencia para contrastarla con la opinión de los autores del mismo.
La verdad es que después de haber publicado el Post, releyendo con más calma y con más detenimiento el polémico artículo, lo encontré "diferente" a mi primera lectura... quizás me he pasado -pensé- porque mirándolo bien, las opiniones que vierte son bastante drásticas... y sobretodo porque son ,quizás, demasiado generales y no establece diferencias (que las hay y muchas) entre un tipo y otro de Cirugía...
El lobo no es tan fiero (según que Técnica Quirúrgica) como lo pintan, ni la reacción individual de cada Paciente tiene que ser tan "esquemática" en cada caso. Una cosa hay que tener clara: Cada Paciente es "un mundo" y aunque hay reglas que en general se cumplen en todos, cada cual reacciona diferente de los demás. Sin ir más lejos, esto lo podemos ver  en la diversidad de opiniones y experiencias expuestas en los comentarios de mi Post anterior... y eso que sólo son diez...
Mi experiencia ( o mejor dicho, mi vivencia, porque es lo que he vivido en casi dos años de "bariátrico") desde luego que no es determinante, ni mucho menos en todos tiene que ser como ha sido en mi... pero es mi vivencia y es la que puedo contar y la que he contado cronológicamente a lo largo de todo este Blog... puedo intentar resumirla y "disentir" un poco de algunas de las "consecuencias" que se mencionan en el susodicho artículo.
Primero y más importante: hoy día vivo con 40 kilos menos (¿has probado cargar una mochila en tu espalda con 40 paquetes de arroz de a kilo y vivir un poco con ella?)... mi hipertensión se ha controlado sin necesidad de las tres pastillas que tomaba cada mañana... la apnea del sueño ha desaparecido y me han retirado el CPAP (respirador artificial con el que tenía que dormir cada noche para poder "descansar" y no amanecer tan agotado como antes de acostarme). Para que tengas una mejor idea, se dice que la apnea del sueño es un factor de riesgo mucho mayor que el tabaco para las enfermedades cardiovasculares... mira estos dos enlaces...
http://es.wikipedia.org/wiki/Apnea_(enfermedad)#Apnea
http://es.wikipedia.org/wiki/S%C3%ADndrome_de_Apneas-Hipoapneas_del_Sue%C3%B1o
Segundo y no menos importante: ha mejorado mi calidad de vida. Subo y bajo escaleras y pendientes sin perder la respiración, antes me ahogaba. Realizo tareas cotidianas personales con más comodidad, antes no podía vestirme cómodamente ni abrocharme el cordón de los zapatos con comodidad, hoy me pongo los calcetines de pie, sin necesidad ni de sentarme... antes se me dificultaba, incluso, realizar algunas labores cotidianas de aseo personal... y otras muchas acciones más que por razones escatológicas prefiero no detallar, pero que todos los "gordos" sabemos de que se trata... subo y bajo del coche sin las dificultades de antes... puedo pasar por sitios angostos antes inconcebibles...
Y tercero y fundamental: he recuperado mi autoestima, me siento bien conmigo mismo, ya no me "horrorizo" al reflejarme en un espejo o en un escaparate en la calle y ver un perfil normal y corriente... no me voy disgustado de la tienda cuando entro a comprar "algo" que me gusta y me mandaban a la sección de tallas especiales donde no encuentro lo que quiero... no temo molestar ni molesto a mi vecino de asiento en el avión o en el autobus...
Son muchas las ventajas que aporta este tipo de Cirugía que compensan con creces el "sacrificio"  que tengamos que hacer para mantenerla (y escribo sacrificio entre comillas para recalcar que no es tanto ni tan malo).
Hoy yo, a casi dos años de haberme operado, gastrectomía tubular en manga, como absolutamente de todo, pero en pequeñas cantidades en comparación con lo que comia antes, excepto las bebidas con gas que me hacen sentir muy lleno el estómago (aunque cuando me apetece me bebo sin problemas una cañita de cerveza... o hasta dos...) y los helados, no porque no los tolere, sino porque son líquidos "supermegahipercalóricos" que intento evitar para ayudarme a mantener mi peso. Todo lo demás "fetén", eso si, por mi propio beneficio intento llenarme con alimentos nutritivos ricos en proteínas, vitaminas y minerales, dejando lípidos y carbohidratos en un segundo plano, y más bien como para "darme un capricho"... cosa que por cierto hago con bastante frecuencia.
Que quieres que te diga... a mi me ha ido muy bien y considero que es una de las decisiones más importante y más acertada que he tomado en mi vida, y creo que si tuviera que tomarla de nuevo sin duda alguna que haría lo mismo.
Mi recomendación muy personal: aprovechemos lo positivo del artículo y adaptémoslo a nuestra propia experiencia de manera muy individualizada, porque sin duda ha sido escrito por profesionales, aunque probablemente ninguno de los autores sea un Paciente Bariátrico como nosotros...
No es tan fiero el lobo como lo pintan, os repito. Las pautas en cuanto a los tiempos de alimentación líquida, triturada y normal no suelen ser tan prolongadas, aunque estos tiempos los debe establecer el Cirujano, el Nutricionista o el Equipo Multidisciplinar que lleve tu "postoperatorio".
¿Seré un "afortunado"? He comido embutidos, quesos grasos, frutos secos, patés y hasta foie grass y a mi nunca me ha dolido mi nuevo estómago... y mucho menos me ha provocado flatulencias ni estratorrea... (pedos los normales y los justos, todo sea dicho)... aunque no es menos cierto que existe una variante de una técnica de by-pass que evitan los Cirujanos por producir gases y heces muy pestilentes que pueden alterar la vida social normal del Paciente... pueden que a esto se refieran los autores...
En fín, que la polémica está servida y que surgirán tantas diferentes opiniones como cabezas pensantes pasen por este Blog... pero a pesar de todo, esta ha sido mi experiencia, y tal como ha sido os la he contado.

sábado, 8 de mayo de 2010

Dieta post-cirugía bariátrica

Uno de los problemas fundamentales que se nos presenta a muchos Pacientes Bariátricos con posterioridad a la operación es la manera correcta de llevar a cabo una dieta adecuada a su nueva condición. En todos los casos el Cirujano, el nutricionista, o el equipo multidisciplinar si lo hubiera, deben informar al Paciente sobre este importante tema, y generalmente lo hacen, sin embargo, para el Paciente casi siempre estas explicaciones "teóricas" suelen resultar escasas, sobretodo en el momento en el que debe ponerse en práctica para lograr una dieta adecuada a la vez que variada, amena y sana.
De ahí que me ha parecido interesante este artículo publicado en www.salud.com que es el siguiente:

La cirugía bariátrica, una intervención quirúrgica utilizada en el tratamiento de la obesidad, cambia el sistema digestivo radicalmente, por lo que los pacientes que se someten a ella, debe estar dispuestos a hacer cambios drásticos en su dieta después la operación y tener especial cuidado con los alimentos que ingerirán de por vida.
Se recomienda discutir la dieta con un nutricionista, a fin de asegurar una buena nutrición y salud, tanto antes como después de la cirugía bariátrica. Es importante estar preparado para hacer elecciones saludables e informadas en relación con los alimentos.
Con la cirugía bariátrica el estómago se reduce de tamaño y como resultado, la cantidad de alimentos que se puede ingerir es limitada. Además, la cirugía hace que el nuevo estómago se vuelva intolerante a varios alimentos como las carnes, pescados, huevos, algunas verduras, legumbres y cereales integrales, por lo que las comidas deben ser sencillas y de muy poco volumen, hipocalóricas y con limitaciones importantes en el consumo de vitaminas y minerales.
La dieta post-cirugía bariátrica es un poco complicada, ya que la persona debe recibir los requerimientos mínimos de nutrientes en un volumen de comida muy escaso, aproximadamente entre 50 y 100 ml, y la dieta oscila entre 800 y 1.200 kilocalorías como máximo.
Los embutidos, quesos grasos, frutos secos, patés y todo alimento con alta proporción de grasas, suelen causar fuertes dolores abdominales, flatulencia y esteatorrea (grasa en heces). Deben evitarse además porque pueden frenar la curva de pérdida de peso y facilitar la recuperación del mismo. También se debe evitar el alcohol que puede provocar con facilidad intoxicaciones agudas, en pacientes sometidos a cirugías bariátricas.
En la dieta post-cirugía bariátrica se debe optar por alimentos y platos sencillos, pocas grasas y dulces, controlar los aceites para cocinar y aliñar y mantener una correcta hidratación diaria, entre otros. Todo ello forma parte del nuevo modelo de cuidado de la salud.
Si no se siguen pautas alimentarias ordenadas y sanas, el objetivo de adelgazar con la cirugía bariátrica puede hacer fracasar, y con ello también la meta de mejorar la calidad y la esperanza de vida.
La dieta post-cirugía bariátrica se divide en varias fases:
1. Dieta líquida
Esta primera fase consiste en la administración de líquidos claros como caldos desgrasados, zumos diluidos, agua de arroz e infusiones durante dos o tres días. Se continúa durante unas seis semanas con una dieta líquida completa, baja en grasa y con alto contenido en proteínas, necesarias para el restablecimiento del organismo después de la cirugía.
Algunas alternativas dietéticas para esta fase pueden incluir dietas basadas en yogur líquido o utilizar preparados comerciales de nutrición entera para las personas que no toleran bien los alimentos.
Las primeras dos semanas post-quirúrgicas:
• Solo dieta líquida hasta 6 veces al día.
• Suplemento de proteínas líquida, 3 veces al día (4-6 Onzas)
• Cuando se sienta lleno, detenga la ingesta de alimentos.
• No ingiera ninguna bebida carbonatada por 2 semanas.
La dieta líquida puede incluir: café, té, Isopure de GNC, Mioplex de GNC, Glucerna, Ensure, jugo de Frutas, 80/20, 80% Agua y 20% Jugo; otras bebidas de dieta, leche deslactosada light, azúcar de dieta, yogurt de dieta, gelatina de dieta, pudding de dieta, queso Cottage, puré/salsa de manzana.
2. Dieta triturada
Aproximadamente dos meses después de la cirugía bariátrica se puede iniciar una dieta triturada, aunque algunos pacientes deben esperar más tiempo. Se deben ir incluyendo alimentos de consistencia muy blanda y con alto contenido proteico como el huevo, pollo o pescado blanco, quesos bajos en grasas, banana, melón, fresas, pastas suaves.
• Hasta 6 veces ingesta de alimentos con suplemento líquido proteico.
• No líquidos entre comidas. Se debe esperar de 30-45 minutos para los líquidos después de comer.
• Antes de tragar el paciente debe masticar bien los alimentos.
• No coma pollo frito, ni grasiento, arroz, maíz, o pan.
3. Dieta normal
Luego de varios meses de alimentos triturados, la tolerancia a la dieta normal es muy individual. Se debe aprender a seleccionar y preparar los alimentos para conseguir una dieta variada, baja en grasas, y azúcares, y rica en proteínas, frutas y verduras. Se recomienda comer unas tres o como máximo cuatro veces al día para no sobrecargar la función digestiva.
A medida que pasan los meses muchas personas aceptan las ensaladas, pero la masticación ha de ser extremadamente cuidadosa. Las legumbres, pastas y cereales se pueden tomar una vez a la semana. Se recomiendan las verduras suaves tipo zanahoria, calabacín, calabaza o puerros acompañados de patata. La piel blanca y la circundante de los gajos de naranjas, mandarinas y pomelos, los hollejos de las uvas, las pepitas, semillas o huesos, tienen que ser retirados previamente, ya que al ser pura fibra pueden dar lugar a oclusiones intestinales y producir vómitos.
Las carnes blancas son menos grasas y fibrosas que las rojas pero cuesta ingerirlas, por lo que se recomienda partirlas en trozos muy pequeños y masticar mucho y despacio. También se puede recurrir a las hamburguesas, albóndigas o rellenos de croquetas, canelones, etc., que resultan más fáciles de masticar.
Aunque puede gradualmente ir agregando comida regular, siempre debe recordar lo siguiente: No líquidos hasta 30 minutos después del almuerzo; solo comer en horas reales de comida; evitar exceso de líquidos y comidas grasosas y altas en calorías; evitar comidas chatarra, helados, comidas fritas, galletas y dulces. Descontinuar suplementos proteicos.

sábado, 1 de mayo de 2010

La obesidad en España

España es el segundo país de la Unión Europea, detrás de Malta, con mayor porcentaje de niños obesos o con sobrepeso entre los 7 y los 11 años, según las conclusiones de un estudio presentado por la Comisión Europea, que alertó de que la obesidad se ha convertido en una epidemia que afecta cada año a 400.000 niños más en los Veinticinco (países de la Unión Europea). En concreto, el 9% de los escolares españoles sufren obesidad y el 33 % sobrepeso, frente a cifras inferiores al 20% en Francia, Polonia, Alemania u Holanda, según la "International Obesity Task Force" (IOTF).

Esta circunstancia se debe a "cambios gravísimos" en la dieta española que ha hecho una transición de la dieta mediterránea a otra con altos contenidos de azúcares y grasas. "En los últimos 20 años el cambio ha sido radical", señaló el portavoz de esta organización, Philip James.

James explicó asimismo que se trata de un problema generalizado en la región mediterránea, que viene unido al desconocimiento de los adultos. Por ejemplo, en Creta la dieta tradicional ha desaparecido en la alimentación de los niños y cuando el Gobierno hizo una campaña para intentar recuperarla, los padres se escandalizaron por creer que sus hijos no estarían bien alimentados.

Ante los escalofriantes datos de esta enfermedad, que afecta a entre el 10 y el 27% de los hombres y al 38% de las mujeres en Europa, el comisario europeo de Sanidad y Protección de los Consumidores, Markos Kyprianou, se ha comprometido a actuar junto con la industria y los grupos de consumidores, los expertos sanitarios y los líderes políticos, para hacer frente a esta epidemia de obesidad.



Las estadisticas dicen que...
Los jóvenes españoles de entre 13 y 17 años aparecen en las estadísticas más sanos, con un 21 por ciento de obesidad o sobrepeso, detrás de ingleses, chipriotas, irlandeses, griegos y búlgaros.