A los 36 días del susodicho.

¡Que susto! por pura curiosidad he ido a la pesa y me aparece un increible 109,3... ¡1,1 Kg de diferencia! ¿podrá ser posible en 24 horas? me gusta y me animan los resultados al sacrificio ¿o algo me engaña?... creo que a partir de hoy me pesaré todos los días, a ver si se me alegra un poco "el trance"...

He seguido a rajatabla las indicaciones de mi Cirujano, mis tres litros de agua como mínimo, que me tienen dando carreritas de mi mesa al baño y del baño a mi mesa en la oficina toda la santa jornada laboral (unos salen a fumar fuera, yo a mear dentro, cosas de la vida), mi litro y medio de "caldito" de vegetales, que en la vida antes probé aunque ahora me saben a gloria y disfruto entre horas como un solomillo con patatas fritas despúes de un día de playa, pero le superan los potitos... ese polvo amarillo, aromático, fino, soluble y con olor a vainilla que despúes de añadirle los 200 ml correspondientes de agua fria se va transformando en unas natillas espesas y apetitosas que observas detenidamente mientras piensas: -crece, crece bonita, crece... abracadabra pata de cabra- pero a pesar de todo la mezcla, impasible, no ocupa apenas ni la mitad del bol... pero que bien se degusta y se saborea, aun a sabiendas de lo sintético de sus orígenes. Pero realmente es sumum, el no va más, el "apaga y vamos" son las barritas hipocalóricas... 60 gramos de sabor a chocolate o frutas del bosque que le alegran el sentido a cualquiera... desde el primer mordizco... aquella masa a base de semillas de soja que masticas, masticas y masticas afablemente en un intento sobrehumano de alcanzar tragarla y que al final de tu preseverancia logras que "baje por el tragante" dejandote la boca cansada y sedienta (si, sedienta a pesar de los tres litros) con un impulso irrefrenable de beber un poco de agua que entre otras cosas suavice tu esófago dolido.
Pero en fin... con tal de que mi zanahoria siga tirando hacia la derecha, todo sea bienvenido... ¿no os parece?