Isabel F. Lantigua | Madrid
Actualizado domingo 28/08/2011 08:09 horas
Uno de cada tres adultos en Estados Unidos es obeso. Uno de cada cuatro en el Reino Unido y Australia. Siete de cada 10 en Tonga. Las cifras varían según los países, pero casi ninguno se libra de esta epidemia de exceso de kilos. Ni siquiera los países de bajos ingresos, donde junto con personas que sufren desnutrición extrema hay otras que padecen enfermedades propias de la obesidad. Paradojas de un mundo globalizado. Un número especial de la revista 'The Lancet' analiza la situación presente y futura de esta amenaza para la salud.
Según recuerda el profesor Boyd Swinburn, del Centro de Prevención de la Obesidad de la Universidad Deakin (Melbourne, Australia) y colaborador de la Organización Mundial de la Salud (OMS), en los países ricos la epidemia de obesidad "comenzó en la década de los 70 y principios de los 80, cuando la gente empezó a gastar más en comida y, por tanto, a consumir más".
En los países de medianos y bajos ingresos comenzó más tarde pero se propagó más rápido. La llegada de la llamada 'comida basura', más barata que los productos sanos, es uno de los factores clave para explicar los kilos demás. Pero no el único. "Influyen también aspectos ambientales, genéticos y de comportamiento", reconoce Swinburn, para quien, hasta el momento "ningún país puede considerarse un ejemplo a seguir por sus éxitos a la hora de reducir la obesidad de su población".
En la actualidad se calcula que 1.500 millones de adultos tienen serios problemas de peso, a los que se suman 170 millones de niños. Esta epidemia es responsable de entre el 2% y el 6% del gasto sanitario de los países, ya que aumenta el riesgo de padecer distintas enfermedades, como diabetes o trastornos coronarios. Los expertos alertan de que si continúa la tendencia actual, la situación será insostenible dentro de 20 años.
Así lo estiman Claire Wang, de la Universidad de Columbia (Nueva York, EEUU) y Klim McPherson, de la Universidad de Oxford (Reino Unido), en otro de los estudios. Sus países son los lugares desarrollados con las tasas más altas de obesidad, con 99 milllones de obesos en EEUU y 15 millones en Reino Unido.
Para 2030, si nada cambia, las cifras aumentarán hasta los 165 millones y los 26 millones, respectivamente. El nuevo número supone que se tendrá que lidiar con 7,8 millones de casos nuevos de diabetes, 6,8 millones extra de enfermos coronarios y 539.000 casos nuevos de cáncer en EEUU. Para el Reino Unido, serán 668.000 casos extra de diabetes, 461.000 de enfermedades cardiacas y 130.000 tumores.
Para Steven L Gortmaker, de la Escuela de Salud Pública de Boston (EEUU) "las intervenciones para revertir esta epidemia tienen que liderarlas los gobiernos, aunque cuenten con la colaboración de ONG, la sociedad civil y otras instituciones". Según explica, "las acciones prioritarias y más eficaces pasan por prohibir la publicidad de refrescos y fast-food dirigida a los niños y por gravar con más impuestos a estos productos". Asimismo indica que las autoridades "deberían fomentar la práctica de ejercicio físico y facilitar las instalaciones para tal fin".
Sólo han tenido en cuenta el número de calorias ingeridas pero no así los cambios que se irían produciendo en el metabolismo, "por lo que generaban expectativas poco realistas en los obesos, que pensaban que iban a perder kilos muy rápido", cuenta el doctor Kevin Hall. Para este experto no es necesario hacer grandes esfuerzos ni dietas estrictas. Basta con "reducir el consumo de 100 calorías diarias para perder peso de forma considerable y sostenida en el tiempo".
"Por ejemplo, sólo con quitarnos la chocolatina diaria o el bollo de la merienda nos haría perder 11 kilos en tres años casi sin darnos cuenta", explica. Pero si nadie se toma en serio el problema, para el 2050, el 60% de los hombres y el 50% de las mujeres serán obesos. Dejando al margen al tabaco, la obesidad es la principal causa prevenible de enfermedades en muchos países.
Tomado de: http://www.elmundo.es/elmundosalud/2011/08/25/nutricion/1314298853.html
Según recuerda el profesor Boyd Swinburn, del Centro de Prevención de la Obesidad de la Universidad Deakin (Melbourne, Australia) y colaborador de la Organización Mundial de la Salud (OMS), en los países ricos la epidemia de obesidad "comenzó en la década de los 70 y principios de los 80, cuando la gente empezó a gastar más en comida y, por tanto, a consumir más".
En los países de medianos y bajos ingresos comenzó más tarde pero se propagó más rápido. La llegada de la llamada 'comida basura', más barata que los productos sanos, es uno de los factores clave para explicar los kilos demás. Pero no el único. "Influyen también aspectos ambientales, genéticos y de comportamiento", reconoce Swinburn, para quien, hasta el momento "ningún país puede considerarse un ejemplo a seguir por sus éxitos a la hora de reducir la obesidad de su población".
En la actualidad se calcula que 1.500 millones de adultos tienen serios problemas de peso, a los que se suman 170 millones de niños. Esta epidemia es responsable de entre el 2% y el 6% del gasto sanitario de los países, ya que aumenta el riesgo de padecer distintas enfermedades, como diabetes o trastornos coronarios. Los expertos alertan de que si continúa la tendencia actual, la situación será insostenible dentro de 20 años.
Así lo estiman Claire Wang, de la Universidad de Columbia (Nueva York, EEUU) y Klim McPherson, de la Universidad de Oxford (Reino Unido), en otro de los estudios. Sus países son los lugares desarrollados con las tasas más altas de obesidad, con 99 milllones de obesos en EEUU y 15 millones en Reino Unido.
Para 2030, si nada cambia, las cifras aumentarán hasta los 165 millones y los 26 millones, respectivamente. El nuevo número supone que se tendrá que lidiar con 7,8 millones de casos nuevos de diabetes, 6,8 millones extra de enfermos coronarios y 539.000 casos nuevos de cáncer en EEUU. Para el Reino Unido, serán 668.000 casos extra de diabetes, 461.000 de enfermedades cardiacas y 130.000 tumores.
Para Steven L Gortmaker, de la Escuela de Salud Pública de Boston (EEUU) "las intervenciones para revertir esta epidemia tienen que liderarlas los gobiernos, aunque cuenten con la colaboración de ONG, la sociedad civil y otras instituciones". Según explica, "las acciones prioritarias y más eficaces pasan por prohibir la publicidad de refrescos y fast-food dirigida a los niños y por gravar con más impuestos a estos productos". Asimismo indica que las autoridades "deberían fomentar la práctica de ejercicio físico y facilitar las instalaciones para tal fin".
Dietas irreales
Expertos del Instituto Nacional de Diabetes y de Enfermedades Digestivas de los Institutos Nacionales de Salud (NIH) de EEUU consideran que durante décadas los médicos y nutricionistas se han basado en una premisa incorrecta para desarrollar sus programas de adelgazamiento.Sólo han tenido en cuenta el número de calorias ingeridas pero no así los cambios que se irían produciendo en el metabolismo, "por lo que generaban expectativas poco realistas en los obesos, que pensaban que iban a perder kilos muy rápido", cuenta el doctor Kevin Hall. Para este experto no es necesario hacer grandes esfuerzos ni dietas estrictas. Basta con "reducir el consumo de 100 calorías diarias para perder peso de forma considerable y sostenida en el tiempo".
"Por ejemplo, sólo con quitarnos la chocolatina diaria o el bollo de la merienda nos haría perder 11 kilos en tres años casi sin darnos cuenta", explica. Pero si nadie se toma en serio el problema, para el 2050, el 60% de los hombres y el 50% de las mujeres serán obesos. Dejando al margen al tabaco, la obesidad es la principal causa prevenible de enfermedades en muchos países.
Tomado de: http://www.elmundo.es/elmundosalud/2011/08/25/nutricion/1314298853.html
La obesidad es la enfermedad mortal más silenciosa que existe y el problema es que la gente no está concienciada de lo peligroso que puede llegar a ser; las enfermedades asociadas a penas se notan (hipertensión, diabetes, etc) y hasta que no es demasiado tarde, nadie pone remedio.
ResponderEliminarLas dietas, otro gran mito y problema de esta sociedad: la gente quiere las cosas rápidas y en las que no se tenga que esforzar mucho, de ahí que la mayoría de las dietas estén basadas sólo en las calorías y no en otros factores como bien dice el artículo.
Muy bueno, por cierto.
Saludos.
Estando de acuerdo en lo básico, como no puede ser de otra forma ya que son datos y proyecciones a futuro, no coincido con el artículo que reseñas en lo referente a la penalización económica de la fast food o eliminar determinadas publicidades, creo que va en contra de la libertad individual de cada cual y especialmente cuando creo evidente que un consumo ocasional ó responsable de esos productos no es nocivo por si mismos aunque si acaba siendolo el abuso.
ResponderEliminarPero tambien es perjudicial el gran consumo de chorizo, huevos o café o el inocente chicle.
La obesidad y las consecuencias resultantes en su mayor % se originan por comer en exceso.
por qué? qué es lo que nos impulsa a comer desordenadamente? qué nos origina esa ansiedad que tratamos de calmar comiendo aun a costa de nuestra salud?
Sinceramente creo que es una cuestión psicológica como consecuencia del stress, insatisfacción íntima, competitividad desbocada, un cierto "desequilibrio" (no es la palabra pero no encuentro otra mejor) mental al que nos aboca esta sociedad.
Estoy convencido Miguel Arturo, que tu notable éxito en la reducción de kilos nó sólo y exclusivamente es resultado de la cirugía sino de un cambio de actitud íntima y personal ante el trabajo, la pareja en fín ante la vida.
Perdona la extensión pero tenía ganas
Me parece una magnífica y sencilla técnica para ir bajando peso progresivamente. Actualmente estoy contando calorías dentro de la dieta que hago y trato de equiparar estas con la energía que tengo al final del día, para mi lo importante es estar y sentirme bien.
ResponderEliminarMagnífica información...como siempre M.A. Fuerte abrazo
Interesante el artículo, es importante resaltar que no solo de calorías vivimos, sino también de muchos nutrientes que mantienen en buen funcionamiento nuestro organismo como los indispensables antioxidantes...y lo importante no es no solo no exceder las calorías diarias que consumimos, sino también no tener un déficit de vitaminas, fibra, agua, fitonutrientes... diarios que a la larga nos protegerán de desarrollar enfermedades como el cáncer. No es bueno ser gordo(a) pero tampoco delgado(a) "desnutrido(a)"...
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