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sábado, 28 de abril de 2012

Cirugía para adelgazar???

Baros, del griego, significa "peso" e iatros, también del griego, significa "tratamiento o atención médica". La medicina y la cirugía bariátrica son entonces aquellas ramas de las ciencias médicas que se dedican a atender a las personas con problemas de peso, aunque se ha restringido el término a aquellos procedimientos quirúrgicos que se llevan a cabo con este fin.
La obesidad en todas sus forma es uno de los principales problemas que enfrenta la humanidad en la segunda mitad del siglo XX y lo que va del siglo XXI. Uno de los principales problemas que tenemos con el tratamiento de esta dolencia es que todavía no sabemos cuales son sus verdaderas causas.

Se dice siempre que la causa de la obesidad radica en un exceso de alimento ingerido por las personas en relación con la limitada cantidad de ejercicio físico y que es el estilo de vida sedentario que la tecnología emergente a partir del final de la segunda guerra mundial desarrolló en el llamado "mundo occidental".
Sin embargo, parece difícil de sustentar a esta como la única causa del exceso de peso, sobretodo cuando dicho exceso llega a valores masivos como los que vemos en personas que pesan el doble de lo normal o con excesos que superan los 50 a 100 kilos.

sábado, 21 de abril de 2012

Chequeo a las grasas


Laura Tardón | Madrid
Actualizado jueves 22/09/2011 09:14 horas


  • Pequeños cambios en la dieta bastan para reducir las grasas saturadas
  • El riesgo de sufrir problemas cardiovasculares desciende hasta un 14%

  • Aceite de oliva en lugar de mantequilla, y mejor leche semi-desnatada que entera. Pequeñas modificaciones en la dieta diaria logran reducir las grasas saturadas y con ello el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares, hasta un 14%. Así lo desvela una revisión que ha analizado la evidencia científica que existe sobre el tema y en la que se han estudiado los datos de más de 62.000 personas.
    El trabajo ha sido publicado en la revista 'Cochrane Collaboration', editada por una prestigiosa organización internacional dedicada a revisar sistemáticamente la literatura científica.
    Para llegar a esta conclusión, un grupo de expertos de las universidades de Bristol y Durham (ambas en el Reino Unido) analizó las principales bases de datos médicas sobre el efecto que tiene la reducción o la modificación de las grasas totales, saturadas e insaturadas (poliinsaturadas y monoinsaturadas) en la mortalidad total, las muertes cardiovasculares, las enfermedades coronarias, los accidentes cerebrovasculares y el cáncer.
    Ninguno de los estudios revisados, que incluían la participación de más de 62.000 personas, demostró tener algún tipo de influencia sobre los anteriores aspectos excepto en el riesgo de cardiopatía, que disminuía en un 14%. "De los trabajos revisados, aquellos en los que se redujo la grasa total no tuvieron ningún efecto sobre los eventos cardiovasculares. Sin embargo, sí se observaron menos problemas coronarios cuando se rebajaban las grasas saturadas", afirman los autores.
    Efectivamente, asevera Pedro Mata, presidente de la Fundación de Hipercolesterolemia Familiar (FHF) y médico internista de la Fundación Jiménez Díaz de Madrid, "consumir menos grasas saturadas (procedentes de las carnes grasas o de la mantequilla, por ejemplo), bien a través de su reducción o sustituyéndolas por insaturadas (aceites vegetales excepto el de coco y el de palma), aminora el colesterol entre un 10%-15%, reduce la presión arterial, mejora la sensibilidad a la insulina y disminuye la susceptibilidad a la oxidación (el efecto contrario podría producir daño en el endotelio vascular, aumentar el envejecimiento y la tendencia a desarrollar tumores)".
    Lo que importa es la calidad de la grasa, aseguran los expertos. Como recuerda la revisión, la dieta ideal debe contener un 30% de grasas. La proporción adecuada consiste en que de ese 30%, "menos del 9% sean saturadas, entre el 15% y el 20% monoinsaturadas (aceite de oliva) y menos del 7% polinsaturadas (aceites de pescado, de soja, girasol o maíz)", señala el doctor Mata.
    No se trata de prohibir alimentos, aclara el especialista, sino de intentar "no tomar (o hacerlo sólo puntualmente) mantequilla ni quesos grasos, evitar carnes grasas, disminuir el consumo de embutidos y procurar no consumir precocinados ni grasas vegetales o de origen animal, muy presentes en la bollería industrial". Por el contrario, es recomendable el consumo de lácteos y derivados semidesnatados o desnatados, carnes magras y entre tres y cinco cucharadas de aceite de oliva virgen al día.


    Intereses industriales

    Teniendo en cuenta que "los intereses de la industria de las grasas son tremendos, incluso más importantes que los de las farmacéuticas", es importante estar pendiente de los etiquetados que puedan llevar a confusión, como ocurre en aquellos alimentos que tienen ‘grasas vegetales’. Al contrario de lo que pueda parecer, no siempre son más saludables. De hecho, se pueden a estar refiriendo a aceites de coco o de palma, que son grandes aliados del colesterol.
    Dependiendo del país y de los alimentos disponibles, las recomendaciones serán distintas. En Inglaterra no tienen aceite de oliva sino de girasol y en países asiáticos aconsejan el aceite de soja. "Lo que ocurre en este último caso es que lo compensan porque no toman apenas alimentos de origen animal”, aclara el galeno. En España, la recomendación sería el aceite de oliva virgen, “que aparte de ser monoinsaturado, contiene antioxidantes".
    ¿Pero cuánto tiempo es necesario mantener una dieta adecuada para obtener los beneficios cardiosaludables? Después de recabar toda la información disponible, los investigadores observaron que el efecto protector de una dieta con grasas de calidad ejerce su papel a partir de los dos años de seguimiento. Precisamente, como la mayoría de los trabajos examinados eran de un promedio de estudio de seis meses, señala Pedro Mata, "para demostrar realmente el efecto de las grasas en la salud cardiovascular, la mortalidad y el desarrollo de cáncer, los estudios de la revisión deberían contar con un seguimiento de unos cinco o seis años".

    sábado, 14 de abril de 2012

    Cuatro décadas con la obesidad

    Isabel F. Lantigua
    MadridActualizado domingo 28/08/2011 08:09 horas

  • Si continúa la tendencia actual, en el año 2050 el 60% de las población será obesa
  • Ingerir 100 calorías menos cada día ayuda a perder peso sin problemas

  • Uno de cada tres adultos en Estados Unidos es obeso. Uno de cada cuatro en el Reino Unido y Australia. Siete de cada 10 en Tonga (Polinesias). Las cifras varían según los países, pero casi ninguno se libra de esta epidemia de exceso de kilos. Ni siquiera los países de bajos ingresos, donde junto con personas que sufren desnutrición extrema hay otras que padecen enfermedades propias de la obesidad. Paradojas de un mundo globalizado. Un número especial de la revista 'The Lancet' analiza la situación presente y futura de esta amenaza para la salud.
    Según recuerda el profesor Boyd Swinburn, del Centro de Prevención de la Obesidad de la Universidad Deakin (Melbourne, Australia) y colaborador de la Organización Mundial de la Salud (OMS), en los países ricos la epidemia de obesidad "comenzó en la década de los 70 y principios de los 80, cuando la gente empezó a gastar más en comida y, por tanto, a consumir más".
    En los países de medianos y bajos ingresos comenzó más tarde pero se propagó más rápido. La llegada de la llamada 'comida basura', más barata que los productos sanos, es uno de los factores clave para explicar los kilos demás. Pero no el único. "Influyen también aspectos ambientales, genéticos y de comportamiento", reconoce Swinburn, para quien, hasta el momento "ningún país puede considerarse un ejemplo a seguir por sus éxitos a la hora de reducir la obesidad de su población".

    En la actualidad se calcula que 1.500 millones de adultos tienen serios problemas de peso, a los que se suman 170 millones de niños. Esta epidemia es responsable de entre el 2% y el 6% del gasto sanitario de los países, ya que aumenta el riesgo de padecer distintas enfermedades, como diabetes o trastornos coronarios. Los expertos alertan de que si continúa la tendencia actual, la situación será insostenible dentro de 20 años.
    Así lo estiman Claire Wang, de la Universidad de Columbia (Nueva York, EEUU) y Klim McPherson, de la Universidad de Oxford (Reino Unido), en otro de los estudios. Sus países son los lugares desarrollados con las tasas más altas de obesidad, con 99 milllones de obesos en EEUU y 15 millones en Reino Unido.
    Para 2030, si nada cambia, las cifras aumentarán hasta los 165 millones y los 26 millones, respectivamente. El nuevo número supone que se tendrá que lidiar con 7,8 millones de casos nuevos de diabetes, 6,8 millones extra de enfermos coronarios y 539.000 casos nuevos de cáncer en EEUU. Para el Reino Unido, serán 668.000 casos extra de diabetes, 461.000 de enfermedades cardiacas y 130.000 tumores.
    Para Steven L Gortmaker, de la Escuela de Salud Pública de Boston (EEUU) "las intervenciones para revertir esta epidemia tienen que liderarlas los gobiernos, aunque cuenten con la colaboración de ONG, la sociedad civil y otras instituciones". Según explica, "las acciones prioritarias y más eficaces pasan por prohibir la publicidad de refrescos y fast-food dirigida a los niños y por gravar con más impuestos a estos productos". Asimismo indica que las autoridades "deberían fomentar la práctica de ejercicio físico y facilitar las instalaciones para tal fin".

    Dietas irreales

    Expertos del Instituto Nacional de Diabetes y de Enfermedades Digestivas de los Institutos Nacionales de Salud (NIH) de EEUU consideran que durante décadas los médicos y nutricionistas se han basado en una premisa incorrecta para desarrollar sus programas de adelgazamiento.
    Sólo han tenido en cuenta el número de calorias ingeridas pero no así los cambios que se irían produciendo en el metabolismo, "por lo que generaban expectativas poco realistas en los obesos, que pensaban que iban a perder kilos muy rápido", cuenta el doctor Kevin Hall. Para este experto no es necesario hacer grandes esfuerzos ni dietas estrictas. Basta con "reducir el consumo de 100 calorías diarias para perder peso de forma considerable y sostenida en el tiempo".
    "Por ejemplo, sólo con quitarnos la chocolatina diaria o el bollo de la merienda nos haría perder 11 kilos en tres años casi sin darnos cuenta", explica. Pero si nadie se toma en serio el problema, para el 2050, el 60% de los hombres y el 50% de las mujeres serán obesos. Dejando al margen al tabaco, la obesidad es la principal causa prevenible de enfermedades en muchos países.

    sábado, 7 de abril de 2012

    Técnicas Bariátricas Usuales: Plicatura.

    IntraObes es pionera en España en el ámbito de la investigación y el tratamiento de la obesidad. Su equipo quirúrgico y de investigación, siempre a la búsqueda de nuevas y más eficaces técnicas, ha realizado en "primera persona" la primera intervención exitosa en España de éstas características.  
             
    Esta cirugía consiste en hacer un estómago más pequeño sin cortarlo ni graparlo (a diferencia de lo que se hace en la gastrectomía tubular, vertical o manga donde el estómago se grapa y corta). La técnica consiste en crear un pliegue hacia la luz interior del estómago siguiendo la curvatura menor. De este modo reducimos su capacidad sin cortarlo.
    Se hace utilizando una sutura no absorbible. Por tanto el estómago, no se corta, no se grapa y no se quita. La probabilidad de sangrado y fuga postoperatoria es mucho menor. Además el procedimiento es reversible.
    El efecto final esperado es un estómago con capacidad reducida por lo que el paciente siente una saciedad precoz.
    Con esta técnica los resultados a corto plazo son muy buenos, pues la pérdida de peso ha sido similar a la conseguida con la manga gástrica.
    Al igual que el resto de cirugías bariátricas se realiza por laparoscopia.

    Video Real:


    Tomado de: http://intraobes.com/plicatura_gastrica.html