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sábado, 29 de mayo de 2010

Riesgos y Beneficios de la Cirugía Bariátrica.

La semana ha transcurrido sin variaciones apreciables de peso (no es que "siga en mis trece"... pero si sigo en mis 69,6 kiletes)... eso si, con mucho trabajo, me refiero al trabajo laboral, valga la redundancia, porque mantener el peso esta semana no me ha costado trabajo, y aparte del trabajo, una marcada "urgencia" que cada día se acentúa de manera exponencial de que acaben de llegar las vacaciones... que estarán aquí a la vuelta de quince días... Cualquier día de estos os sorprendo contándoles los proyectos...
Mucho se dice y más se especula en torno a los diferentes tipos de Cirugía Bariátrica, sus ventajas, sus inconvenientes, sus "pro", sus "contras", los riesgos que entraña, los cuidados que deben tenerse, las precauciones... el siguiente artículo intenta aclarar algunas de estas dudas, y de forma general creo que lo logra... mirar a ver que os parece.
Riesgos y beneficios de la cirugía bariátrica
Todo lo que debes saber sobre la cirugía bariátrica antes de tomar una decisión
Beneficios de la cirugía bariátrica
Pérdida de peso. Inmediatamente después de la cirugía, los pacientes pierden peso en forma rápida, y continúan haciéndolo hasta entre 18 y 24 meses después de la operación. Aunque la mayoría de los pacientes comienzan a ganar algo del peso perdido, pocos son los que vuelven a engordar en forma considerable.
Las patologías relacionadas a la obesidad mejoran. Por ejemplo, un estudio reveló que los niveles de azúcar en sangre de la mayoría de los pacientes obesos con diabetes vuelven a la normalidad después de la cirugía. Casi todos los pacientes cuyos niveles de azúcar no volvieron a la normalidad eran mayores o ya hacía mucho tiempo que padecían diabetes.
Riesgos y reacciones adversas de la cirugía bariátrica
Vómitos:
éste es un riesgo común de la cirugía restrictiva ocasionado cuando el pequeño estómago es llenado en exceso con alimentos mal masticados.

Síndrome de “Dumping”: Entre el 20-40% de los pacientes sometidos a cirugía gástrica presentan "Síndrome de Dumping" inmediatamente después de la cirugía, y los síntomas suelen remitir con el tiempo en la mayoría de los casos. Se caracteriza por molestias intestinales en pacientes intervenidos con cirugía malabsortiva, que se dan como consecuencia de un rápido vaciamiento gástrico. Es decir, la comida pasa muy rápido del estómago al intestino, generando náuseas, debilidad, sudoración, desvanecimiento, y, ocasionalmente, diarrea después de comer.
Deficiencias nutricionales: Los pacientes intervenidos con este tipo de cirugías pueden desarrollar deficiencias nutricionales como anemia, osteoporosis, y enfermedad metabólica ósea. Estas deficiencias pueden evitarse si se mantienen una ingesta adecuada de vitaminas y minerales.

Complicaciones:
Algunos pacientes requieren de operaciones posteriores para corregir complicaciones. Al decir complicaciones hablamos de hernias abdominales, infecciones, y estiramiento de las salidas estomacales (cuando el estómago intenta volver a su tamaño original).
Cálculos biliares: Más de 1/3 de los pacientes obesos que tienen cirugía gástrica desarrollan cálculos biliares. Éstos son formaciones cristalinas de colesterol o, en casos raros, de sales biliares, que se forman en la vesícula. Durante la rápida pérdida de peso, el riesgo de que una persona desarrolle cálculos se incrementa. No obstante, estos pueden prevenirse mediante la prescripción de sales biliares suplementarias durante los seis primeros meses después de la cirugía.
Necesidad de evitar el embarazo temporalmente: Las mujeres en edad de ser madres deberían evitar el embarazo hasta que su peso se haya estabilizado. La pérdida de peso veloz y las deficiencias nutricionales pueden dañar al feto en desarrollo.
Efectos secundarios: Náuseas, vómitos, hinchazón, sudoración excesiva, incremento de gases, y mareos.
Cambios en el estilo de vida: Los pacientes con by pass extensivo del proceso digestivo normal no sólo requieren de monitoreos constantes, sino que deben adoptar una dieta específica, realizar ejercicios, y consumir suplementos de vitaminas y minerales de por vida.
¿Soy un candidato?
Si tienes un índice de masa corporal (IMC) de 40 o más —lo que representa, aproximadamente, 45 kilos de sobrepeso en los hombres y 35 en las mujeres— eres considerado un obeso severo y, en consecuencia, eres candidato a la cirugía.
La cirugía, asimismo, será una opción para aquellas personas con un IMC entre 35 y 40 que sufran de problemas relacionados a la obesidad, por ejemplo, severas apneas de sueño, enfermedad cardíaca relacionada a la obesidad, o diabetes.
Para estas personas, el riesgo de no operarse es mayor al que representan las posibles complicaciones que implica someterse a la intervención.

Ten en cuenta que, al igual que en otros tratamientos para la obesidad, los resultados pueden ser diversos. En muchos casos, los pacientes deben dar pruebas de sus fallidos intentos de bajar de peso a través de métodos dietarios, antes de ser aprobados para la cirugía.
Asimismo, podría ser necesaria una evaluación psicológica para determinar tu potencial respuesta a la pérdida de peso y al cambio en tu imagen corporal.
La mayoría de los cirujanos piden a sus pacientes que les demuestren seria motivación y claro entendimiento de los procedimientos dietarios y médicos que deberán seguir por el resto de sus vidas después de la operación.
Por otra parte, se efectúan estudios para evaluar la salud del corazón y de los sistemas hormonales. El consejo nutricional es también imprescindible antes y después de la cirugía.
Para los pacientes que permanecen obesos después de haber realizado intentos por adelgazar no quirúrgicos, o para aquellos que tienen una enfermedad relacionada a la obesidad, la cirugía puede ser una opción de tratamiento adecuada.
Sin embargo, para la mayoría de los pacientes lo más apropiado serán los cambios en los hábitos alimenticios, en el estilo de vida, y un incremento de la actividad física.
Las preguntas que verás a continuación pueden ayudarte a decidir si la cirugía de pérdida de peso es lo que quieres:
¿Has intentado perder peso mediante los métodos convencionales de pérdida de peso: clases grupales, planes alimentarios controlados, ejercicio, etcétera?
¿Estás bien informado sobre los procedimientos quirúrgicos y los efectos del tratamiento?
¿Estás decidido a perder peso y mejorar tu salud?
¿Estás al tanto de cómo podría cambiar tu vida después de la operación (ajustes a los efectos secundarios, incluyendo cambios radicales en los hábitos alimentarios)?
¿Eres consciente de la posibilidad de complicaciones serias a partir del procedimiento, de las restricciones alimenticias asociadas, y de la ligera posibilidad de que la intervención no te ayude a perder peso?
¿Estás dispuesto a un seguimiento médico de por vida?